jueves, septiembre 30, 2010

Me colé por la cerradura, y al otro lado de esta encontré otra pared con una ventana. No pude abrirla pero le faltaba un vidrio, así que con gran dificultad pasé por allí. El siguiente obstáculo fue una reja de barras muy altas, de la cual acabo de bajar luego de treparla. Así que estoy caminando en el exterior, pero sin caer en la ingenuidad de creer que ya estoy libre. Y nada más que me limite aparece y lo entiendo. Lo entiendo perfectamente y es peor que todo lo demás. Soy libre y mi objetivo está al otro lado del mundo.