lunes, marzo 24, 2008

Oh, qué embustero. Mentiroso por demás. Pero aún así no es una alimaña a la cual matar. Para nada. Es una adorable nube de ingenuidad. Triste de ver y gracioso de escuchar. Ni él se engaña, y asumimos que sabe que tampoco caemos en sus argumentos; intuimos que se contenta con engañar la situación y así ganar tiempo para, quizá alguna vez, hacer lo que dice. Es... como un niño, alegre del aire, flotando en su balsa sobre un mar donde el tiempo no corre, viajando por una galería en que todo le sonríe, y todo está bien, y todo será mejor. Lo merezca o no, esperamos que la fortuna le sonría, lo queremos mucho y no soportaríamos verlo apreciar el mundo en que vivimos.

sábado, marzo 22, 2008

¿Dónde están todos ustedes ahora? La respuesta es «idos», pero la diferencia entre saber y comprender es abismal. Y si bien no sé nada, comprendo aún menos, aunque no encontraría extraño que en algún punto avanzado en el tiempo comprenda más de lo que sepa, aún sin saber nada. En definitiva, se han ido, inalcanzables. Mosaicos rotos, cuánto quiero reunirlos, trozo a trozo, aunque no compartan bordes, aunque jamás se hayan cruzado. Ustedes fueron todos míos, mis partes, y cuánto me extraño completo. Todos juntos por vez primera, mi gran imposible. Y los busco cada tanto donde solían estar, y casi al llegar al lugar pareciera sólo un día más de aquellos, cuando luego de recorrer un camino conocido los encontraba. Ya no más. Ahora todo espacio es propicio para creer que me escuchan. Y aquí voy otra vez.