jueves, abril 09, 2009

Es raro otra vez esta situación de despertarme y no hacer absolutamente nada. Todo ha mejorado pero no tanto como esperaba respecto a la cantidad de tiempo que pasó. Así que escribo algo mínimo acerca de su cara, la sonrisa irrepetible, como para sentir más aprovechado el día. Sí, todo un día aprovechado al hablar de un instante precioso, derivando en esto, nuevo, pero sin pretender valer más. Ví esa sonrisa irrepetible y era suya, un regalo. Para mí, formada desde una expresión ya olvidada, con los ojos tiernos, en un lugar que podría ser cualquiera. Podríamos jugar con el tiempo, verla de todos los ángulos, conocerla completamente, pero esos serían datos extraños, no hay nada que hacer. Es mía y no la tengo, no puedo expresarla, apenas puedo recordarla, un análisis no cambia su valor.