jueves, septiembre 30, 2004

"Conclusiones del mes"

Reflexiones del mes de Septiembre que pasó:

-Dios no sólo no existe sino que su concepto es el terror psicológico mas grande jamás creado.
-¡Extra! ¡extra! Murieron los dos niños perdidos secuaces de Peter Pan intoxicados tras haber ingerido comida imaginaria en mal estado.
-No hubo necesidad de matarla, ella lo había hecho sola.
-¡Y me tratan como si fuera pelotudo! ¡por favor, estamos en familia, no es necesaria tanta formalidad!
-Descubrí que el resto de los animales no sólo no transpiran sino que además absorben agua a través de la piel. Los estudios clínicos fueron realizados con peluches de manera que ningún animal fuera maltratado.
-En el parcial de antropología chamuyé tanto que creé una nueva corriente metodológica, aún no le he dado nombre. Me fue tan, tan mal... Al fin entendí que responder todas las preguntas no significa nada, porque lo hice fácilmente y a pura mentira bien redactada. Con que promocione directamente "sociedad y estado", y lleve a final tanto antropología como "pensamiento científico" estoy contento.
-No había llegado mi tiempo, no señor, no tenía que estudiar.
-Le rompí un dedo, quizá lo sometí a mucho esfuerzo, quizá se lo hice por un acceso de ira, como sea, pobre guante.
-A ver, ¿si me dan la casa para mí solo y tengo cosas importantes que hacer, cómo hago yo, Nicolás, para relajarme? Vamos, es fácil... Delen... Bué, qué inútiles, les digo yo: barnizo el placard. Era muy obvia, no sé para qué escribo si no me dan pelota.
-Yo quería el placard barnizado, lo que no pensé muy bien fue el proceso, estoy podrido de esto, estoy podrido de lijar, limpiar, y encima falta la segunda mano y dos puertas enteras, sin contar que voy a tener que recolocar todas las bisagras en su lugar otra vez y que toda la ropa que el armario contenía ocupa mi cama. Por supuesto, mi cuarto está totalmente inutilizado.
-¿Ha comenzado la unificación?
-Estoy lleno de aserrín, tengo las manos secas, tomar un papel con ellas es una sensación asquerosa.
-Crecemos haciendo preguntas y, en general, nos son respondidas con explicaciones generales niveladas según la sociedad circundante. Al crecer, las preguntas son respondidas por uno mismo y se tiende a la omisión de las respuestas ajenas. La innovación que puede llegar a darse con estas respuestas es la parte interesante, a su vez que las conclusiones a las que pueden llegar son la parte crítica. Muchos genios y muchos monstruos significativos se engendraron de esta manera.
-Creo que al final ese diario que compré ese día me fue útil, yo creía que todo lo que había pasado había sido en vano, pero no, era el único diario que quedaba con el que pude apoyar algunos elementos a barnizar. ¿Esto es reciclar el pasado?
-Mis vecinos deben creer que estoy loco, entre que canto en voz alta, que estuve hasta la una de la mañana lijando una puerta y que pasé la aspiradora ocho veces, además de que si miran por la ventana verán en mi cuarto tremendo desorden con una escalera roja donde estoy subido pintando un placard, eso deben pensar.
-Creo que algunas medidas económicas del pasado fueron un intento de acercamiento al neoliberalismo, tratando de acomodar en él cuando no era adecuado, igual que la plantilla de éste blog, que aunque su código es válido sigue estructurado con tablas. "Sociedad y estado" al menos me pareció interesante.
-Buen mes, creo que no muy impresionante.
-Yo voy a ser el mejor diseñador del mundo, sí señor, nada me puede parar, nada, excepto esta maldita astilla, me tiene harto.
-Quiero mudarme y vivir sólo, está buenísimo. Tendría que aprender a cocinar algo más que milanesas y pizzetas. Eso sí, soy el rey de la pizzeta, el truco es fácil: no ser tacaño. El tomate tiene que cubrir casi toda la pizzeta, y el queso se tiene que poner en exceso, no importa que al derretirse se escape, no se quema ni se queda pegado por el aceite. Quedan hechas una pinturita.
-Hay flancitos.
-Octubre será divino.
-Y aunque no venga al caso, hasta ahora adiviné bastante bien esto de los meses.

lunes, septiembre 27, 2004

Todavía me falta estudiar los apuntes, por lo menos ya los leí. Y el parcial lo doy mañana, antropología. Como sea, en esta hora estoy tomándome un descanso, tratando de digerir las milanesas napolitanas con ensaladas de zanahoria y tomate, lo cual en su conjunto pudo haber alimentado a tres personas. Parece que no voy a dormir más de cuatro horas si quiero llegar a estudiar todo, y después de dar el parcial tengo que estudiar pensamiento científico, lo cual es un cambio en mi tranquila rutina de paz y tranquilidad. Pero no importa, estoy relajado, lo cual no logré con una siesta o algo por el estilo, no no no, lo logré limpiando mis pantuflas, espero que mañana ya estén secas.

domingo, septiembre 26, 2004

Hugo y Nora, o sea, papá y mamá, se fueron de mini-vacaciones y me dejaron el castillo Fierro para mí solo, lo cual es una maravilla considerando que voy a poder estudiar hasta las cinco de la mañana sin tener miedo de despertar a nadie. ¿Fiestas? Ni por casualidad. Sólo paz y tranquilidad.

viernes, septiembre 24, 2004

Puedo estar en donde sea, en donde se te ocurra, en el lugar donde más libre te sientas, o en un parque, o en la playa, o en un bosque, o en su casa, o en tu casa, o escondido en un aula, pero nunca esos lugares son como éste, mi dormitorio, donde todo es correcto, donde las reglas del juego que no entiendo se omiten y lo hago válido, donde haga lo que haga nadie sabe lo que hago, donde soy el único juez.

jueves, septiembre 23, 2004

Y el agua cae sobre mi pelo, en la ducha, sobre todo mi cuerpo, rendido otra vez con cara de sorpresa y desilusión. No estoy para estas cosas, mi corazón no va a aguantar más sorpresas, dejará de latir. Tengo una guerra que pelear, una guerra que creí haber ganado, pero no es así, sólo se extendió sigilosamente. Una vez que tengo un atisbo de proyecto a futuro, algo que defender, ciertas señales son tan influyentes que el miedo a perderlo todo puede conmigo. No iba a salir de la ducha por un largo rato, quería cantar mi sentir a gritos y entonces sí, por fin salir, seguir adelante e intentar que no vuelva a suceder.

miércoles, septiembre 22, 2004

Creo que dejé de escribir mucho porque perdí el concepto general del blog, la improvisación, tengo tantas ganas de escribir algo grande y bien ideado que nunca lo hago, y entonces ni siquiera lo empiezo, y la idea no explotada se acumula con otras. Entonces, no sé, tal vez tengo que volver a la base, escribir lo que se me ocurra en el momento, no esperar nada de ello y ver qué más se puede decir, porque sino no hago nada y me quedo debatiendo siempre lo mismo.

lunes, septiembre 20, 2004

Último día del invierno, qué raro, no recuerdo haber estado horas y horas frente a la estufa girando como un pollo al spiedo pero de manera horizontal. Hasta diría que no sentí el frío, pero hubo un día en particular que me grabó el frío hasta en zonas del cuerpo que desconocía, así que se queda, sí sentí frío, aunque no con la constancia de otros años. En fin, se supone que la primavera es la estación del amor o algo así, ¿no?; bueno, tengo tres meses para encontrar a mi dulciérnaga (invención propia, una estupidez), y... ¡contando!

domingo, septiembre 19, 2004

No sé, no tengo idea de cómo me fue. Respondí todo, y al hacerlo estaba bastante convencido de que si no escribía lo correcto al menos me acercaba a la respuesta. Sin embargo, por cómo estudié no me sorprendería haber sacado menos de cuatro, así que la nota del parcial puede ser bajísima o altísima y aún así no sería nada sorprendente, todo puede pasar. Espero me haya ido bien, ya que la nota la dan a mediados de octubre y no quiero ni releer la materia para darme una idea de qué hice bien y qué hice mal.
Sobre antropología parece que el parcial se pasó de este martes, día de la primavera y del estudiante, al martes de la otra semana, lo que me favorece a pesar de acortarme muchísimo el tiempo para estudiar pensamiento científico, ya que no leí más de cinco páginas de las dos materias juntas, o sea, gracias a que por lo menos sé cómo se llaman las materias. Es interesante verme fresco como una lechuga sobre estos temas, ya que ocupan lugares secundarios en mi cabeza. Lo que sí ocupa casi la totalidad de mi cabeza es mi propia cabeza, no porque encuentre signos de demencia sino porque ya no hablo conmigo mismo como antes, ni pienso todos los días en algo nuevo aunque sea pequeño e insignificante, ni tampoco hay una verdadera prueba de que mis supuestos pasados pensantes realmente hayan hecho algo realmente inteligente, y porque el blog se va a pique desde hace un año. Creo que hubo un cambio entre agosto y septiembre del año pasado que aún es vigente, y que no hubo ningún tipo de evolución en ningún sentido desde ese entonces hasta ahora. Así es, como iba diciendo, que mi cabeza me tiene preocupado, nunca antes tuve necesidad de pensar en qué pensar, las preguntas llegaban solas y si quería buscar alguna siempre algo encontraba. No sé, tal vez... no sé, tal vez pienso en algo tan contradictorio a la corriente del mundo que me es imposible de probar y lo dejo de lado.

viernes, septiembre 17, 2004

¿Milagros? ¿me hablan de milagros? ¡Yo les voy a decir lo que es un milagro! ¡Milagro es si apruebo mañana el primer parcial de "sociedad y estado"! ¡eso es un milagro! Y me vienen con pavadas...
Y si el martes apruebo antropología podremos crear alrededor de mí una nueva religión.

jueves, septiembre 16, 2004

"Disculpe, ¿puedo bajar acá?", le pregunté al chofer. Sus pies, más rápidos que su lengua, frenaron lentamente el colectivo y entonces por fin respondió afirmativamente. Tuve cuidado de mirar atrás por que nadie me pase por arriba y bajé. Volví a mirar atrás, qué interesante la vida que acababa de cuidar, la mía, y qué estupidez la de no mirar atrás, yo no era tan débil como para no soportar mi propio pasado, del cual tuve suerte no fue malo. Formaré de esto una tradición, frenaré en seco cada tanto, y en el cordón de la vereda me quedaré pensando a futuro, mirando atrás, y al estar satisfecho o cansado me subiré al primer colectivo que vea venir, seguiré en él hasta volver a frenar, y así continuaré hasta que al bajarme de un colectivo mire atrás y me sienta orgulloso y satisfecho, pero como es muy difícil que lo segundo se me dé, no sé aún qué es lo que voy a hacer. Como esto apenas se me acaba de ocurrir, y tengo muchas paradas por delante como para darle forma, debo tener paciencia, todavía me quedan muchos viajes y veredas.

miércoles, septiembre 15, 2004

¿Es normal tener miedo de: morir antes de fin de año, no aprobar las materias, no dejar huella, y quedar como un idiota, todo al mismo tiempo? En realidad, ¿por qué no?, puede pasar y creo que me pasa. Todo porque le pregunté a un juego del celular de mi primo Mati si iba a llegar vivo al próximo año y me respondió que no. Mari, su hermano, me dijo que me agarrara un huevo por las dudas, como para contrarrestar el posible efecto. Yo, valiente, lógico y estético, me negué rotundamente. Y ahora, no sé por qué, tengo la sensación de que en cualquier momento me muero de un paro cardíaco, lo que sumado a la respuesta del maldito celular y a mi negativa de agarrarme un huevo, conspira contra mi... mis... ¿ganas de moverme? ¿por si me muero al hacer un mínimo esfuerzo? No sé, me creo de cristal. Las materias, la falta de huella y, sobre todo, quedar como un idiota, me resultan preocupaciones secundarias. En fin, no me quiero morir aún. Creo que escribiré una despedida del mundo y la guardaré por ahí, y la iré arreglando como crea necesario, no sea cosa que me muera y no me quede con la última palabra. O haré diferentes versiones que se irán acumulando, como para saludar varias veces. ¿Vieron que soy un tipo alegre?

martes, septiembre 14, 2004

Deseó todo lo que quería, y cuando lo obtuvo todo y no se le concedió ningún un deseo más, entendió que debió tener cuidado con lo que deseaba, no por lo que pudo haber obtenido sino porque no obtuvo lo suficiente.

lunes, septiembre 13, 2004

Él era escritor, de los buenos, uno de esos cuyas obras te transportan a lo que comunican, con las que nunca estás sentado en algún lado, leyendo un libro en tal página. Escribía lo que siempre supo sería su obra más importante, escribía sobre la magia de la vida. Notó en su computadora que todos los capítulos que iba terminando tenían la misma cantidad de letras sin haberlos hecho así a propósito. Siguió escribiendo, y uno por uno, todos sumaban igual. Y así siguió, y cuando contó cuantas letras tenía el último que había escrito, notó que tenía sensiblemente mayor cantidad que los otros. Lo editó y lo acortó, y al cabo de un tiempo terminó la obra con todos los capítulos sumando igual cantidad de letras pues ninguno más le presentó el mismo problema. Parecía magia, todo tan exacto, todo tan perfecto, pero ya no era la magia de la vida.
Ahora sí, mi dormitorio está más bonito que nunca, pero falta mucho para tenerlo como quiero: siempre queda algo por hacer. Lo que más me complica ahora es la computadora y el equipo de audio, necesito encontrarles una manera de coexistir en el mismo mueble, lo cual supone una modificación al mismo. También veré qué hacer con el usual cablerío que toda computadora estándar trae, casi ni se ve pero igual lo quiero ordenar y bien; quizá sostener todos los cables juntos con algún tipo de banda sea la mejor solución por el momento. Para los importantes parlantes del equipo, uno a cada lado de la computadora, se me acaba de ocurrir una idea que requerirá de mi inexistente talento con las manualidades todo su brillo. No, mejor un carpintero, si no cuesta mucho. Y por ahora supongo que nada más.
Hoy en la cena mencioné que me gustaría ordenar todo lo que está en la cocina, ya que aparatos como la tostadora y la procesadora, que tienen mucho uso pero no constante, podrían removerse de la vista y guardarse aún en un lugar de fácil acceso, sacando así a relucir lo mejor que tiene el ambiente: la mesada. Subí al cuarto, me puse a escribir el primer párrafo de este post, y justo al terminarlo mamá me avisa de lo que hizo en la cocina. Bajo a ver y sí, genial, ¡ordenó todo y quedó bárbaro! Cómo hizo en tan poco tiempo no tengo idea, pero el resultado es de lo mejor. Es interesante esto de ser maestro mayor de obras, parece que toda la familia se recibió conmigo. Y ahora más que nunca antes quiero ser diseñador industrial, quiero diseñarlo todo. El problema es mi dudoso buen gusto, para lo cual mi dormitorio me viene bárbaro como laboratorio funcional constante. Y claro, las páginas de diseño en la web.
Hablando de diseño, a sus ojos no cambió nada, pero el blog hoy pasó de ser HTML 4.01 Transitional a XHTML 1.0 Transitional válido, lo cual, como todo lo anterior, a nadie le importa. Lamento infestarlo o infestarla de tedio, le propongo que se cure mirándose a un espejo y haciendo caras raras.

domingo, septiembre 12, 2004

Ni siquiera tomé carrera, un salto y al aire, subiendo suavemente, y al terminarse mi impulso, lentamente empiezo a caer. Con el pie que llega al suelo primero despego otra vez sin esfuerzo y siento mi levedad, una brisa vertical, que se invierte y sigo hacia abajo otra vez. Y sigo así, a inmensas zancadas por paisajes y ciudades, hasta que llego al mar, donde no logro hundirme. Pero el tiempo me sobraba y disfruté del agua, que luego de un tiempo me dejó en la costa. Vi tanto en mi camino, en mis idas y venidas, y conocí a otras tantas personas a quienes valía la pena decirles lo que vi, pero nunca les conté mucho, siempre faltaba algo, a pesar de que era suficiente todavía esperaba más. Supongo hoy, necesito mas viajes, y puntos de vista, y que tardará un gran lapso de mi vida hasta que me sienta satisfecho y sepa comunicar, si antes no termina mi vida, lo que se ve desde arriba.

sábado, septiembre 11, 2004

Obviamente, ayer algo falló. Me quedé a estudiar a lo de mis primos, donde llegar al blog sería un peligro. De todas maneras, alguien descubrió el secreto.
Les voy a hablar de mis amigos, los "Fab Five", que primero éramos tres y después se fueron agregando y reemplazando. Si hay que ser estrictos y sólo se pueden contar cinco, entonces yo ya estoy afuera.
Santiago fue durante 2001 un gran compinche, días divertidos, charlas nocturnas entretenidas viendo películas de terror, algo de computadoras, algo de Guns N' Roses. Integrante del Trío fundador.
Nicolás nunca dejó de caerme simpático en todas las etapas, las confesiones que te puede llegar a dar este muchacho son infartantes y nunca tienen anestesia. Integrante del Trío fundador.
Tomás es el clásico tipo con quien nadie nunca se va a enojar. Podría decir que es asesino en serie pero al verlo a la cara te dejás matar. Todavía espero que se levante a alguna compañera en la facultad.
Matías es de éstos a quien conozco desde hace más tiempo, ya que íbamos a la misma primaria. En la secundaria nos vimos bastante al principio hasta que cada uno siguió en su especialidad. Ahora está muy cambiado, digamos simplemente que ahora tiene la cabeza abierta, muy abierta.
Pablo... ¡Pablo es una rata que me tira indirectas para que le confiese que tengo un blog! ¡Turro! ¡Ya me avivé hace rato que lo leés! Jaja, tendría que matarte y esconder tu cadáver, pero como soy un tipo piadoso te dejaré vivir. Maldito sea tu acceso de banda ancha que te permite encontrarme acá, en bolas. De más está decir, pero por las dudas igual, no le digas a nadie.

jueves, septiembre 09, 2004

Me perseguían velociraptores que entre toda la gente que había preferían comerme a mi, era un piloto de fórmula uno que se había olvidado cuál era su auto, había sido traicionado por un científico amigo que luego me creyó muerto cuando en realidad yo estaba investigándolo a el y a sus operaciones con materiales radioactivos, reinventaba una técnica de pintura que luego un pintor me criticaba porque decía que la historia había probado su ineficacia además de que decía que otro método que era idéntico al del tubo de rayos catódicos era también parecido al mío y mucho mejor. Como sea, mis sueños son cada vez mejores. Extrañaba tanto delirio, en los últimos años fui perdiendo capacidad de recordarlos, pero por suerte volvieron y son de lo mejor. No me dan ganas de despertar con historias tan atractivas... excepto en el primer caso, el de los velocirraptores, habían alcanzado la caja colgante donde estaba y estuvieron a un despertar de masticarme.
Repitiendo lo que ya hice alguna vez, esta es la lista de quehaceres de mi día de mañana, tan completa como se me ocurre en este momento:

-Levantarme a las seis de la mañana, desayunar bien.
-Leer hasta las ocho y media algo de "sociedad y estado", momento en que me pongo los lentes y salgo a comprar ocho metros de cable para electricidad, dos cajas de enchufes y una cajita de teléfono.
-Cortar la luz en casa y a trabajar. Un enchufe nuevo para reemplazar el de atrás del televisor, otro para colocar detrás de la computadora, al igual que la cajita del teléfono. Debería tardar poco, pero siempre hay algún imprevisto en estas cosas. Como sea, al terminar, mi dormitorio debería quedar sin un mísero cable a la vista, ni siquiera la antena de la tele. No es un lujo pero ahora que me doy cuenta de que era tan fácil no llego a entender cómo pude haber estado tanto tiempo sin hacerlo.
-Al terminar, bañarme, y seguir leyendo "sociedad y estado" hasta la hora de comer. Dani no come en casa, así que tengo menos trabajo.
-A las dos de la tarde, en lo posible antes, tengo que estar en lo de mis primos que me acompañarán a comprar los resúmenes de las materias que tengo que dar y todo lo relativo a ellas en una librería que no sé dónde queda. Los necesito, ya que estoy atrasado.
-Al regresar a casa, entre las cinco y las seis de la tarde, volver a estudiar hasta que sienta que Smith, Hobbes, Locke, Marx y otros son mis hermanos del alma o hasta la hora de la cena, lo que suceda primero.
-Luego de cenar escribir algo para el blog, admirar mi dormitorio mejorado y, si queda tiempo, sacar mi bola de cristal y continuar mi conversación con Einstein sobre ciertos aspectos de la teoría de la relatividad que no me convencieron del todo. Si está ocupado buscar a Aristóteles, siempre tiene algo muy interesante para decir, no sé de dónde saca tantas ideas, un tipo muy creativo.
-Habiendo hablado o no con las eminencias, conectarme a la red de redes y publicar lo que sea que haya escrito, leer lo que sea que hayan escrito mis colegas desconocidos y entonces sí, a la catrera, a la cama, al colchón, a ese lugar donde siempre pasan cosas raras. No me malinterpreten, mentes sucias.

miércoles, septiembre 08, 2004

Al fin encontré una buena cualidad en mí: trabajo bastante bien bajo presión; no es muy útil para lo que requiera un largo tiempo de preparación pero digamos que en lo que se puede improvisar me las arreglo. Como sea, estaba apurado y tenía que prepararles la comida a mi hermana y una amiga al tiempo en que cocinaba algo para mí, todavía arreglándome para salir de casa, que fue cuando confirmé esto de la presión, creo que nunca había hecho tantas cosas al mismo tiempo cumpliendo con cada una de ellas. Mis fideos no estaban muy ricos, así que preferí dedicarle mi apetito a una manzana. Pero sucede que en casa tenemos problemas frutales y mi manzana estaba algo vieja y seca, aunque aún rica y comestible. Es que papá compra dos mil kilogramos de fruta de una sola vez para períodos largos de tiempo, lo cual hace que las últimas que quedan se tornen incomibles. Además, a mamá le gusta lucir las frutas en alguna cesta en la cocina, fuera de la heladera, con su consecuente descomposición a velocidad natural, por lo que la ecuación de frutas viejas mal conservadas deja como resultado un desperdicio orgánico que ni se puede tragar. Hoy tuve suerte, pero me pregunto qué pasa con esas que viejas y machucadas desaparecen de la cesta. Tal vez es papá, quien, mediante ese conocido pensamiento de culpa de "afuera hay chicos que no tienen qué comer", come tanto como puede de ellas antes de tirar lo insalubre en un esfuerzo de aprovechamiento máximo de lo que se tiene por respeto al que no lo tiene. Yo no lo entiendo, desde chiquito siempre me dijeron eso y nunca sentía nada por ellos, y cuando tomé conciencia de la brecha entre los de afuera y los de adentro acerté al pensar que si realmente se les tiene respeto no se resume todo al símbolo del desperdicio nulo sino que se reparte lo que sobra y lo que se quiere dar. Sin embargo, uno probablemente no tenga la culpa de su situación, y a pesar de que esto es razonable, el sólo hecho de poder ayudar y no hacerlo nos hace cómplices de la mala fortuna de los necesitados a quienes estamos capacitados de ayudar. Además, nadie ayuda a nadie tanto como puede, y los pocos que quizá existen y lo hacen pelean contra la injusticia con el apoyo de todos y sin los recursos de nadie. Así que como en la gran mayoría hacemos poco y nada, pero siendo todos conocedores de lo que no hacemos y siendo demasiados, nos refugiamos en una suerte de destino conjunto al infierno, donde nos quemaremos eternamente pero al menos nos sentiremos acompañados por nuestros pares. Todos juntitos, sufriendo lo peor, unidos hasta el fin, qué destino tan idiota. Lo divertido de esto es que yo recuerdo lo poco que me importaba estar acompañado mientras vomitaba hasta lo que no tenía en el estómago en noches de enfermedad o alcohol, yo sólo quería irme, el resto no aportaba nada a mi situación. Y eso de si fuiste bueno vas al paraíso me resulta atrapante porque todos tenemos dentro la esperanza de que vamos a llegar, solemos obviar nuestras miserias a favor de actos de bondad que dan la sensación de montones, y con ese engaño propio se intenta convencer a quien nos juzga de que merecemos llegar a la felicidad por siempre, al mencionado paraíso. Pero no creo que lleguemos si somos estrictos con los requisitos, eso es una ilusión. Es divertido. Sí, probablemente nos confinen al infierno, aunque quizá me salve si soy lo suficiente rápido bajo la presión del último juicio como para improvisar un discurso inteligente. Después de todo, esa es mi cualidad y la voy a usar.

martes, septiembre 07, 2004

Lo interesante de los secretos que digo tener es que carecen totalmente de trascendencia e importancia, mientras que los datos no supuestamente misteriosos que doy referentes a otros secretos pero sin hacerles referencia sí son grandes... ¡oops!

lunes, septiembre 06, 2004

Abro las manos en una cocina alquilada de verano y le dirijo al mundo mi discurso. Envío mi abrazo a quienes me escuchen. El mensaje está dado, y el mundo, en un futuro, quizá lo reciba. Acerco al cuerpo mis brazos, tomo mi vaso de agua, y salgo de la cocina, nadie en la casa sabe lo que hice, todo les es usual. Puede que algún día oigan lo que dije con ellos tan cerca, en la casa de verano.

domingo, septiembre 05, 2004

Si usted utiliza lentes de contacto debe sí o sí seguir con la prueba que explicaré a continuación, si no tiene lentes de contacto no importa, busque alguien que los use, un vecino, una mascota miope, algún familiar. Lo que se necesita realmente no son los lentes sino la pequeña botella o pequeño envase del líquido con el cual se limpian y guardan. Si usted consigue Natura Plus, el que yo utilizo, mejor, ya que el resultado está comprobado con este producto. Muy bien, esto es lo fácil: tome el envase, abra la tapa, podrá ver el pico por donde se dosifica el producto, acerque su nariz muy cerca del pico mencionado. Ahora lo difícil, con la nariz sobre el pico, oprima levemente con sus manos el envase y huela el aire expedido. ¡Olor a pedo! ¡es un olor flatulento! ¡están vendiendo limpiador de lentes con olor a pedo! En serio, es increíble, yo con eso me lavo los lentes, un asco. Cuando lo descubrí creí que se me había vencido o ensuciado de alguna manera, pero ayer compré un nuevo envase y tenía el mismo olor desagradable. Y en serio, es olor a pedo, no es ninguna exageración. Y con el envase vacío es aún peor, te voltea, casi te hace perder el equilibrio, muy fuerte. Todavía tengo este envase vacío, para correr personas en mi casa gritando "¡olor a pedo! ¡wiiiii!".
Ella está acostada en mi cama y durmiendo, aquí a mi lado, mientras escribo algo sobre ella. Respira pausada y silenciosamente, y una de cada veinte exhalaciones tiene un silbido casi inaudible que con la paz del día de hoy puedo escuchar sin esfuerzo. Es tan serena y tierna, mi simpática dulciérnaga, no sé cómo seguir. Posee tanta fuerza, creo que ni la conoce ni sospecha, pero se manifiesta conmigo cuando me tiene embobado, así. Es una belleza, un delirio de grandeza de uno a quien ella quiere.
Pero sé que la cama está vacía y ni siquiera giro la cabeza por no confirmarlo más.

jueves, septiembre 02, 2004

¿Acaso es éste el momento de terminarlo y empezar a decirlo todo en privado, como sé que alguna vez haré? ¿Acaso se acerca rápido el momento de darle fin a la canción pública, acaso no queda nada en mí para ella más que un decente final? ¿No puedo escribir aquí en paralelo? Crueldad de pensamiento, dramatizo en soledad, yo soy mi obra y no quiero terminarla. Y entonces en el baño se me partió en dos el cepillo de dientes en plena acción tardía porque me había olvidado de cepillarme después de almorzar y no quería que me quede impregnado el olor y el sabor de las hamburguesas caseras. Miré el punto de quiebre con desconcierto, con la mitad del cepillo en la boca y la otra en la mano, solté la última, tomé la primera, y terminé el trabajo un tanto incómodo. Así que todavía me quedan cosas por decir acá mientras tenga la mínima actividad, cosas tan importantes como que tengo que comprarme un nuevo cepillo de dientes. Es interesante, durante el año pasado pude haber escrito setenta cosas diferentes con sólo un día vivido del actual, pero cambió mi interés, hay gran ambición y esto es material demasiado cotidiano. Mis suspiros están rebosantes de actitud, como cuando algo grande está por suceder, algo bueno, como cuando se está en un camino delante de todos y no quieres salir de él. En fin, esto no cambia que mi cepillo de dientes está partido a la mitad, algo más que comprar.