miércoles, mayo 31, 2006

«Conclusiones del mes»Reflexiones del mes de mayo que pasó:

-Especulo que ella leería esto como un montón de nada.
-Me siento muy mal, he tenido días horribles. Y mi estómago me está matando.
-Estoy replanteándome sobre qué haré para divertirme la vida, porque es muy áspera en estos momentos y quiero pasarla bien. Mi carrera es uno de los puntos más fuertes a tratar.
-Por unos instantes, hoy olvidé mi edad.
-Es normal para un hombre quitarse pelos púbicos sueltos del pene. Lo intrigante es quitarse de allí un largo cabello. «¿Tomé tanto ayer que olvidé haberme enfiestado?»
-Sé que tenía algo para escribir aquí, pero no lo recuerdo.
-Quiero decirle algo pero no estoy en condiciones de decir algo divertido.
-Hoy vomité.
-Hoy temblé de debilidad y malestar. Terminó siendo un día espantoso y no puedo pensar por mucho en otros temas sin recordar éste.
-Esto es como si hubiera tenido gastritis todo el año.
-Es muy gracioso tocar su nariz con mi nariz. De hecho, en su compañía todo cobra gracia.
-Me gusta que choquemos tanto.
-Puede ser que en junio todo mejore, y espero mucho que así sea. Cierto es que, si me guío por lo que yo quiero, y sin dañar a nadie ni dar mayor importancia al «qué dirán», esto puede tornarse en algo muy bueno.
-Y es que con ella estoy muy cómodo. Es... sencillamente, sin complicar la descripción, es todo muy bueno.

lunes, mayo 29, 2006

Rimas del pasado encuentran hoy su némesis, quien las sobreescribe con desdén. Viejas frases sueltas, pesimistas y poco halagadoras, son enmarcadas y colgadas en las paredes de mi memoria. Mientras, sensaciones inestables van y vienen, crecen y decrecen, escriben nuevas hojas. Es todo un enorme proceso, un gran revuelo, tremendo e incesante movimiento. Aún así sospecho ser el único en pensar así, pues intuyo que este pensamiento sólo es necesario para mí. ¿A quién más podría ocurrírsele hacerse tanto barullo por un cambio tan sencillo y esperado?

domingo, mayo 28, 2006

Una cosa llevó a la otra. Me encontré acostado con una mujer en una cama, y todo lo que yo decía estaba bien, todas las caricias estaban bien, todos los besos estaban bien. Todo lo que ella decía era información que analizaba cautelosamente para poder seguirle el ritmo y simular que yo también mantenía la delantera.
¿Realmente creíamos que era posible dormir con las piernas tan enredadas? Así que no dormí. Luego de horas, desenredé las piernas; apenas tuvo ese nuevo grado de libertad, corrió hasta su casa.
De alguna manera, una cosa llevó a la otra. Me encontré acostado sólo, sobre una colcha en el piso, al lado de la estufa. Todo era confuso y no lograba entender porqué tuvo que irse. Me parecía estar como fuera del tiempo; la confusión se extendió tanto que todos los instantes parecían iguales.

sábado, mayo 27, 2006

He hecho todo mal, toda mi carrera universitaria se convertirá en una caminata de dos pasos si no me aplico. Mi debilitada vida social se pudrirá como un cadáver si continúo tan poco atento. Mis pensamientos dejarán de nacer si sigo tan poco activo. Mi cerebro se atrofiará si no lo uso.
Otra vez estoy muriendo es vida, con todo el patetismo que acarrea usar la palabra morir, como si fuera una tragedia que debiera importar. Y con todo el patetismo agregado de creer que no te importo.
¿Por qué es que tengo esta manía de ir siempre en contra de lo que se supone me hará bien? ¿Es que acaso creo que es mejor perder solo que ganar con otros? ¿Tanto me resisto a la ayuda?
Los quiero, los quiero a todos. Me hagan bien o mal. Es que mis brazos no son lo suficientemente largos para abrazarlos a todos, pero siento que los abrazo igual. Hoy quiero descansar acostado en una risa, violentar mi estupidez con tus pensamientos profundos, llevarte a ver mis cicatrices y decirte que no las siento cuando estás conmigo. Me pedirás que deje de hacer mal las cosas, y mientras tus labios se sigan moviendo y pueda escuchar tu voz, me parecerá increíblemente fácil. Estaré tan extasiado que no recordaré explicarte que sólo si te quedas permanentemente conmigo podría lograrlo, y cuando me dejes sólo conmigo, seguiré muriendo.
No es justo. ¡No lo es! Mi vida es injusta frente a la de mis amigos, pero sus vidas lo son también frente a la mía. Nadie comprende cómo puede ser que no haya dado pasos más grandes ya, con todas las ventajas que tengo, con toda la capacidad que tengo; les debe resultar tan extraño como lo sería ver una piedra que no cae sólo estando apoyada contra la pared, sin nada debajo. ¡Magia!, dirían muchos. Sí, mi comportamiento es mágico. Pero, como toda magia, son sólo trucos, trucos hermosos. Mi vida es injustamente hermosa, rosa y dorada. Y esos trucos misteriosos que parecen esconder un gran motivo de ser, un gran propósito, son sólo una mala costumbre. ¡Porque si dejara de lado mis trucos, si aprovechara mejor mi injusticia, si hiciera lo que se supone debo hacer, alto estaría ya! Pero, ¿qué saben ustedes de las motivaciones que puedo tener? Nada, si no se las comunico. Ya he ido antes más lejos, mi problema actual es que he olvidado que aún estoy ahí, lejos de donde creía estar hace unos minutos. Sólo debo rearmarme cuidadosamente, como las piezas de un reloj, porque obviamente he pasado el punto de no retorno inmediato. Me he vaciado tanto que olvidé lo que quería hacer.
Hoy, lo único que quiero hacer, es empezar de cero. Pero, como eso es imposible, debo reformular mi alrededor. Y eso es complicado. Y me tienta hacer cambios violentos. Así que hoy quiero tornarme loco y confuso. Y si me has leído hasta aquí, quisiera verte alguna vez y saber por qué lo has hecho.

jueves, mayo 25, 2006

Es como jabón bajo mis pies, me hace resbalar, pero es también algo más profundo que eso, como debajo de la alfombra; pero no escarben bajo la alfombra, sólo está allí para mí y sólo yo lo puedo encontrar. Tú debes tener uno propio en otro lado.
Sé de su dureza y combatividad, y nunca intentaría pelearle de día; de hecho, suelo negar su existencia. Pero, acostado a la noche, ya casi dormido, reuno el coraje para desterrarlo. Pero, durmiendo, hay más gente en ese hogar. No debo quitar la alfombra y volarlo de mi piso ya que tanto ruido despertaría a los demás.
Sin embargo, hay veces en que todos los habitantes, sin mí, se van de aquí por varios días a algún lugar lejano a disfrutar. Esas noches son excepcionales, no hay peligro de desvelar a nadie. No obstante, no eliminaría a mi única compañía.

lunes, mayo 22, 2006

Ahora estoy harto de estar todo el día con la misma ropa, desde que me cambio al levantarme a la mañana hasta que me baño o me voy a dormir a la noche, estoy todo el día igual. Es una estupidez, pero me da ganas de arrancarme la piel como un actor de obra dramática barata. En días como hoy, donde ando volando de lugar en lugar, no hay muchos lujosos momentos libres, y prefiero aprovecharlos con algo mejor que pensar con qué prenda cambiarme. Lo peor es cuando sí me cambio faltando poco para la hora de dormir y noto que, en realidad, mi día aún no terminó y todavía quedan cosas por hacer. Y peor aún es despertar a la mañana siguiente y conocer todo aquello que no terminé, aún atrasado en el mismo día anterior, aparentemente interminable. Es feo ya saber de antemano que mañana no será otro día.

sábado, mayo 20, 2006

Acabo de darme cuenta de que estoy tratando de evitar pensar y que esto me sucede desde, al menos, el inicio del año. Me parece, y aclaro que esto es una gran especulación, que tengo tremendo trauma desde que salí con Ingrid, justamente, el dos de enero (¿cómo olvidarme de una fecha tan particular?). Creo que me obligué demasiado a relacionarme con una persona encantadora, pero con la cual mejor habría sido ser un amigo. Me forcé por inexperto, y aquello que divierte no se disfruta bien así; porque se supone que uno sale a divertirse. Confieso que lo que alguna vez fue miedo de invitar a alguien a salir, pero confiado de que durante tal salida sacaría a relucir mi supuesto lado encantador, se reemplazó por un miedo a no divertirme ni divertir, a no estar cómodo, a forzar comportamientos; de nada me sirvió un beso que no disfruté. ¿Y qué tiene esto que ver con que evito pensar? No sé, yo sólo estudio diseño industrial, pero tengo la corazonada de que está relacionado. Quizá fueron los días que siguieron a esa salida, especialmente el más inmediato, en el que no quería saber nada con el mundo ni quería recordar su cara, sólo deseaba dormir una década entera pero no era posible debido al exceso de cafeína producido por casi medio litro de una bebida energizante. Y suena de lo más estúpido. Pero algo sí es cierto, no estoy haciendo las cosas a su tiempo, o ni las estoy haciendo, porque estoy evitando pensar. La idea de tener que pensar en algo me parece una tarea demasiado pesada e inmensa, cuando sé que no es así. Ya antes abandoné el mundo para meterme en otro más profundo, pero, esta vez, admito que no he aprovechado este abandono.

martes, mayo 16, 2006

Estoy experimentando un resfrío mayúsculo, y mi garganta es una lija, está seca, horrible. Y por la temperatura de mis orejas creo que tengo fiebre, aunque no está confirmado. Esto vino de sorpresa con la mañana de hoy. Comprendo aún mejor ahora cuán necesario es estar bien de salud para seguirle el ritmo a la facultad porque, honestamente, lo último que quiero ahora es sentarme delante de una hoja y dibujar, o construir una maqueta. Espero mejorar mañana, aunque no me resulta probable.
La buena noticia de hoy fue que aprobé el primer parcialito de Tecnología 1. Aún así, aunque aprobamos pocos, mi nota pudo haber sido mucho mejor. Lo cierto es que los que venimos de colegios secundarios industriales, y más aún de especialidades como mecánica o construcciones, tenemos una ventaja muy evidente. Lo malo fue que me confié demasiado.
Cambiando totalmente de tema, quiero reunir la suficiente cantidad de tiempo para cambiar la plantilla del blog, es algo que quiero hacer desde hace meses, pero siempre queda algo más importante para hacer. Y eso es todo, así ando. ¡Pero no se preocupen, ya escribiré otra vez sobre mi genialidad incomprendida, sobre lo lindo que soy y sobre mis intenciones de dominar el mundo! ¡Les gusta tanto que escriba sobre eso! Algún día, si todos tenemos la suerte de estar disponibles, quizá podamos reunirnos en algún lugar y hablar de porqué yo, ¡y sólo yo!, debo ser el rey del universo. Mientras, me retiro con estas inocentes pastillitas blancas que me adormecen un poquito. Un poquito muy poquito. Un moquito. Un mojito; nunca entendí ése trago, es una rama de menta ahogándose en alcohol.

lunes, mayo 15, 2006

Hoy fue un excelente día para mí. Excelente, así de simple. Tuve una entrega importante, por lo que sólo dormí dos horas y media y, aún así, durante la jornada tuve sueño pero no un cansancio pesado e inutilizador. Incluso tuve bastante actividad social, lo que me hace preguntarme graciosamente «¿por qué estuvieron todos tan simpáticos conmigo hoy?» Como es de suponer, fui yo quién dejó de ser antipático.
Llegué a la facultad poco después de las siete de la mañana, y debo mencionar la hermosa vista que uno tiene, desde el colectivo y poco antes de llegar, del amanecer sobre el río, con las siluetas oscuras de los árboles. Es algo magnífico. De hecho, pasadas las cinco de la mañana, la ciudad es magnífica también, muy lejana a lo agitada, fría y cruel que puede resultar durante horas más avanzadas.
Y como última observación dulzona y sencilla de hoy, tuve las agradables sensaciones de hace cinco años, como vivir enamoradito, así, en diminutivo porque suena más honesto y realista, incluso optimista; sin diminutivo ya suena trágico. Fue un muy buen día. Hasta en el gimnasio, que retomé siendo la de hoy mi segunda ida, lo pasé bien. No sé cómo será mañana, pero hoy me siento fantástico.

sábado, mayo 13, 2006

Hoy tengo un cumpleaños de quince que me complica bastante la existencia. Creo que, si en el futuro llego a tener una hija, le diré que no hay más años después de los catorce y que los cumpleaños de quince son viejos cuentos, como los tréboles de cuatro hojas. Le explicaré que aquellos considerados como «viejos» son, simplemente, gente que nació así, algo arruinada y que, además, todas esas personas altas incluído yo son, en realidad, niños gigantes amargados, aburridos por naturaleza.

viernes, mayo 12, 2006

¡«Me querrás para pensarte...» cumple hoy tres años! ¡Fiesta! ¡Nadie se queda afuera! ¡Todos dentro de sus hogares!, descansando, comiendo, lo que sea. Todo aquél que se divierta será así un animador más de la ocasión, y aquellos que se aburran se quedarán a sufrir o escaparán al exterior. Hoy, el rey de la fiesta se queda en su casa recordando cómo era la situación cuando esto comenzó, y las multitudes de invitados festejarán con él cuando les resulte más adecuado. Muchos brindis dispersos en el tiempo se remontarán de lleno a esta ocasión.

martes, mayo 09, 2006

Sé que te he aburrido mucho, es cierto e innegable; sucede que me fui de escala otra vez. Desde aquí observando hacia allí las dinámicas de sus movimientos es muy probable sentirse pequeño, pues a allí se pertenece. Ido de escala se descartan mejor sus palabras superfluas y pienso que cada vez que alguien nombra la palabra «infinito» debería sentir escalofríos. Diría que estoy más despierto en esta perspectiva, y no estoy nada equivocado, ya que, quizá te sorprendas o quizá ni me creas, uno nunca está completamente despierto. No, para nosotros y toda otra máquina subjetiva, no hay niveles absolutos de sueño. Tal vez me digas que estás despierto, pero si te hubieras ido de escala y pudieras apreciarte así, al menos dudarías de tal decir. Puede ser que recordando tu niñez encuentres alguna pista para entenderlo. De todas maneras, no está entre mis prioridades del momento convencerte. Pero igual te digo que el único capaz de tener un entendimiento completo y absoluto de todo, es el todo mismo, el conjunto que contiene todos los conjuntos. Podrás notar mi uso simbólico de la palabra entendimiento, así como una taza es el primer conjunto capaz de entenderse como taza, seguidos por los conjuntos que la contienen. Tu dios no es aquél como lo describen. Alguna vez sabrás que no es a mí a quien debes entender, yo no he inventado nada. Te aburriré otra vez en el futuro, ya fue suficiente por hoy.

lunes, mayo 08, 2006

No fue hace tanto que en un descuido lo manchaste. En ese entonces estabas en un apuro y dejaste su limpieza para otro momento más oportuno, pero nunca dudaste en que debías quitar la mancha. Y día a día tus apuros y tus desganos, que no cesaban de acumularse y reinventarse, te mantuvieron alejado y te permitieron notar que era factible vivir con eso manchado. Y día a día la mancha se afianzó más. Pero no quieres vivir con eso así, aunque su remoción ya parece una suerte de anhelo fantástico, en verdad aún es posible. De alguna manera, te has conformado a estar con eso allí, pues es algo tan estático que piensas que ni molesta, es sólo una vieja mancha. Pero no debería estar allí, no es su lugar, eso no tiene porqué estar manchado. Su sola permanencia es un obstáculo que te has acostumbrado a eludir. Si pudieras contar todo el tiempo que perdiste en esa innecesaria parte que se infiltró en tu rutina, entenderías mejor la urgencia de su remoción. Pienso que si la mancha tuviera conciencia propia, ella ni habría pretendido permanecer durante tan largo período, pero fue tu inacción, tu segundo descuido, lo que la convirtió en lo que es ahora.

domingo, mayo 07, 2006

Estaba parado, en un colectivo lleno, como muchos otros pasajeros alrededor. Se habían ocupado todos los asientos. Gente subía y bajaba en todas las paradas. Sucedió que al abrirse la puerta trasera, un muchacho con una notable deficiencia mental de algún tipo que se disponía a bajar, miró a su izquierda y en voz torpe y alta dijo: «chau». Una mujer, sentada en uno de los asientos reservados para discapacitados en la parte delantera del vehículo y poseedora de la misma condición del muchacho, giró tanto como pudo y apenas pudo ver a su amigo le respondió: «chau, Nicolás». Y así, el bajó. Yo me quedé desmoronándome, abatido, acongojado, entristecido, abrumado; esos dos segundos de la vida de esas dos personas me mostraron conocimientos que ya sabía y otros que aún no entiendo bien pero que me derrumban igual. No puedo olvidarme de la escena, recuerdo que estuve todo el viaje repitiéndola en mi memoria; era como llorar por lo que pasó y por lo que habría de pasar, y aún hoy no comprendo cómo un hecho tan aparentemente insignificante como un saludo entre gente que no conozco me llega aún tan profundo. Fue como contemplar a toda la humanidad allí, no sé cómo decirlo. Recuerdo haber querido responder, en voz muy débil, «chau». Se me hizo dificil sostenerme.

viernes, mayo 05, 2006

Me parece que el sueño es necesario ya que no sé si una persona puede soportar mucho tiempo consigo misma. A menos que... una persona se quiera tanto como para relamerse el cuerpo como un gato y lo haga con gusto, una persona que no pueda vivir sin su propia compañía. De hecho, cuando me lamo los dedos después de comer facturas me siento conforme, no sé de qué, pero conforme al fin.
¿Es necesario aclarar que comer facturas no necesariamente corregirá tus horas de sueño, ni proveerá ayuda a cualquier problema de identidad o autoestima que poseas, ni mejorará tu vida de forma sustacial? Pregunto, porque hay cada loco suelto con razonamientos tan extraños...

miércoles, mayo 03, 2006

Estoy completa y absolutamente hasta las manos. Mañana tengo preentrega y, aunque ya tengo todo bastante resuelto, sé que voy a estar toda la noche despierto. Pero esto es bueno, porque significa que estoy retomando la buena senda, aunque me está costando horrores. Pero no significa más que eso, porque la senda hay que recorrerla, no basta con estar sobre ella. Es un principio. O, mejor dicho, es un verso para darme ánimo por el tedio que se acerca, a ver si así lo soporto mejor. ¡Fuerza, muchacho!

lunes, mayo 01, 2006

Acabo de notar que desde hace mucho tiempo no tengo un conocimiento cuasi completo sobre algo. Es extraño, porque tengo la cabeza muy fragmentada pero dirigida hacia las pocas cosas de siempre; sé que esta es una descripción incomprensible. Me parece que ha pasado mucho desde que recibí algún elogio por alguna acción meritoria. Me siento como... ¿Harry Potter? No obstante, hay nuevas esperanzas, pues he descubierto una causa de mi somnolencia habitual: mi cola es muy pomposa y cómoda, así que cuando me siento es inevitable sentir sueño luego de un rato, y así se complica para tener constancia en algún aprendizaje. Cuestión de vivir parado; eso defragmentará mi cabeza y podré entonces ser el gurú de algún tema particular como, por ejemplo, todo lo referente a espejos retrovisores para autitos de juguete.
Muy de última, me rompen la cola en la facultad, aunque no me convence.