jueves, marzo 31, 2005

«Conclusiones del mes»

Reflexiones de mes de marzo que pasó:

-Hubo mucho Pink Floyd por mis oídos este mes, genial.
-Muchas personas se tornan agresivas con alcohol, otras se tornan pesadas; no es mi caso, yo me convierto en todo un artista, un gran cantante.
-No llego a odiarla, pero «proyectual uno» me resulta terriblemente aburrida, terriblemente, muy terriblemente.
-Realmente, es terrible.
-Ahora, con algo que hacer, levantándome temprano, sigo acostándome relativamente tarde y aún así me mantengo despierto todo el día, y no siento un sueño atroz.
-Dibujo, al parecer, será genial; y matemática, a pesar del olor a chivo que hay en el aula, será simplemente matemática: ni mala ni buena.
-¿Creyeron que esto acabaría, no? ¿Que el blog era producto de una absoluta inactividad y que al volver al movimiento todo terminaría? Pues no. Sepan que el blog comenzó cuando el modelo «nunca termino nada de lo que empiezo», tan desesperanzador, se encontraba en auge, y aquí, en NicoFierro Producciones, seguiremos fieles a ese modelo.
-Parece que, sin lupa, aplico a la mitad de los estereotipos existentes.
-Acabo de notar que será más fácil de lo que creía, a largo plazo, estar contento de mi vida.
-Podría suceder que en abril consiga un trabajo de ocho horas, lo cual sería suicidio, pero me gustaría probar.
-Ya habrá más que decir, mis predicciones indican que abril será más frutado.

miércoles, marzo 30, 2005

El problema básico de cantar victoria antes de tiempo es que, si luego se gana, la garganta ya duele; y que, si luego se pierde, seguirá doliendo.
El hombre vio pasar el tiempo y las voces en su cabeza siguieron reemplazándose.
-Entonces, niño, ¿no te aterra que envejezcas día a día? Hablabas de un grupo de seiscientos amigos y ni siquiera contemplabas la posibilidad de que conocieras muchos otros.
-¿Hablaba? Hablo.
-No. ¿Qué tal si te dijera que no has cambiado en nada desde que hablamos, que te has mantenido constante, que cierto período ha pasado?
-Significaría que soy... eterno, inmortal.
-Pues eso ha pasado: eres siempre igual. Como prueba te digo que ya te creo importante.
-No entiendo, señor, a dónde va con esto. Sí veo algunas caras desconocidas... Horrendo... sólo recuerdo haber pensado en las cosas que recuerdo haber pensado.
-Muy bien, niño, parece redundante pero has dicho algo elemental. Tus obras siempre serán tus obras y no serán parte de ti, sepas o no de qué estás hecho, qué eres y qué tienes. Si quisiera ser muy específico diría que ya no estás hablando con el mismo hombre, que he cambiado, sin embargo, no puedo decir lo mismo de ti, tu naturaleza es diferente, incluso, un tonto diría que es antinatural. Pero, por convención, aunque haya cambiado, seguiremos diciendo que soy el mismo.
-¿Y cuál dice que es mi naturaleza?
-Permanente, neutra y abstracta, eliminarte o multiplicarte daría lo mismo.
-¿Y cual es su naturaleza?
-Soy un conjunto de conjuntos de otros conjuntos, aunque no sé qué hay dentro de los más elementales de ellos. Pero tú también eres así, variamos en los conjuntos de los que estamos hechos, solamente. Podría intentar explicártelo mejor, pero no lo entenderías tal como crees ser.
-Justamente, porque no me lo explica.
-No, porque ya eres así, y ya no serás de otra manera. Porque estamos en otro lugar, y eres sólo una extensión independiente de un hermano de hace cincuenta hermanos atrás.
-Sigo sin entender. ¿Y dónde estamos?
-Donde siempre estamos todos, en mi cabeza.

lunes, marzo 28, 2005

Primer día de clases, muy aburrido y poco interesante aunque, al menos, me fue útil para mejorar mis horarios de sueño. El aula es muy buena, pero hasta que no empiece el frío es bastante molesto recibir los calurosos rayos del sol desde las enormes ventanas. Y, al parecer, «proyectual uno» será la materia más aburrida de las tres.
Para llegar a Ciudad Universitaria tengo que tomar dos colectivos: el primero tarda en llegar y el segundo está inevitablemente repleto de gente, en su mayoría estudiantes con mi mismo destino, por lo que es imposible estar cómodo hasta bajarse. En total, el viaje dura una hora redonda si el segundo colectivo no tarda en llegar. Podría caminar veinte cuadras para tomar sólo uno, lindo y vacío, o acompañar en el coche a mi señor papanatas hasta su trabajo y desde ahí encarar la situación con un colectivo, así que esta semana es de experimentación para averiguar el mejor método de viaje.
No obstante, no todas son pálidas, algunas aún estás bronceadas del verano que se fue, aunque sólo las vi de lejos.

miércoles, marzo 23, 2005

Hoy traté algo mal a un amigo, no pude evitar pensar que se lo merecía. Mañana saldremos con mi famila hacia lo de mi prima Carolina; espero que allá haga frío, es más lindo así. Serán unas últimas vacaciones.

martes, marzo 22, 2005

Ya encontré la manera de despertarme más temprano: dejar las persianas entreabiertas, así el sol puede hacer lo suyo con mis ojos. Qué increíble, si a esta corta edad hago semejante descubrimiento, ¿cuán poco me demoraré en hallar otras grandes soluciones? Por ejemplo: un arreglo a los insufribles golpes en los meñiques de los pies contra puertas, esquinas y muebles; puede que la respuesta tenga alguna relación con no andar descalzo, pero necesito años de pruebas y ensayos. Admito que me avergüenzo de una idea tan alocada, fui enseñado a dudar de las soluciones fáciles.

lunes, marzo 21, 2005

Estos son algunos de los detalles que mas repulsión me causan en una película:

-Que se muestre la bandera de un país sin ningún tipo de justificación para con la misma. Yo creo que en este caso se debe considerar a la película como propaganda de larga duración con contenido extra.
-Los malos muy malos y los buenos muy buenos.
-El «malo final».
-La muerte instantánea por un simple disparo, corte o golpe. Exceptuando que el daño sea en la cabeza, nadie muere instantáneamente ni aunque le arranquen el corazón; existe una agonía final, la cual dura bastante más que un grito ahogado y una mirada de sorpresa. Me irrita ver que los personajes simplemente se apaguen al morir.
-Los automóviles que chocan o caen a un precipicio y explotan. Esto es de lo mas idiota que se puede ver, la protección que tiene un tanque de combustible hace de su explosión algo extremadamente difícil, y si la mala fortuna se hiciera presente sólo explotaría el tanque, no el motor, el baúl, los asientos, las ruedas, el piso debajo... Ni hablar de cuando el automóvil explota antes de colisionar (si mal no recuerdo, Triple X es un buen ejemplo de esto último), o cuando un simple e inocente medio de transporte genera una explosión nuclear (Jurassic Park 2 aplica acá bastante bien).
-Los camiones que barren con absolutamente todo.
-Que una bomba genere más de una explosión (la de la bomba en sí, obviamente esto no aplica a lugares con contenidos explosivos).
-Las tramas «fantasía de hombre», donde una mujer cae por un hombre de encanto inexistente, o cuando lo sigue a todas partes porque no tiene a dónde ir (tiene tantas derivaciones que me canso de pensarlas). «No tengo dónde ir, ni dinero, no puedo volver a mi casa, oh, ¿qué será de mí, señor desconocido?»
-Las enseñanzas milagrosas. Por ejemplo, cuando un pequeño basketbolista no emboca una, entonces aparece el sabio que todo lo sabe y le dice que visualice el aro en su mente, o que lea su corazón, o que cierre los codos, lo que sea, y apenas al primer intento emboca la bola de manera limpia, vendado, de espaldas, con un brazo atado y pulgas en sus genitales.
-El primer beso de una pareja, siempre igual. «Me acerco, me acerco, ¿la veo a los ojos o los cierro?, doblo el cuello un poco, ¿quiere o no?, sí, me mando, no, mejor no, no sé, ¿nos estamos equivocando?, ¡muack!»
-Las fallas en el tiempo, como peleas intensas en las que un sólo hombre les da tremenda paliza a otros seiscientos porque estos seiscientos se mueven como tortugas, o cuando alguien es capaz de correr distancias enormes antes de que otro, con el dedo a punto de gatillar un arma, dispare en un instante. El primer caso, donde un personaje es Flash respecto a los otros, sucede siempre y tiene como exponente tecnológico a Matrix: Reloaded: ¿alguna vez se fijaron en las pavadas que están haciendo todos esos Smiths que están alejados de la pelea? El segundo caso en que el tiempo se estira aparece siempre que se escapa o se rescata a alguien de un peligro inminente.
-Que el malo le cuente al bueno, con lujo de detalle, todos sus planes cerca del final. ¡Por favor!, ¿cuándo van a aprender? Está comprobado que nos gusta más no haber entendido un carajo de la trama y tener que verla una segunda vez porque se siente como descubrir un tesoro que siempre tuvimos delante de nuestros ojos y nos hace sentir estúpidamente más inteligentes. ¿Es que no tomaron nota aún de The Sixth Sense y los libros de Harry Potter, que hacen ambas cosas a la vez?
-Los automóviles con cajas de cambio manuales de infinitas velocidades.
-El desarme de una bomba en los últimos segundos. Este es particularmente molesto, uno sabe que si en la película hay una bomba, ésta no será desactivada hasta el último momento, aunque estén todos los escuadrones anti-bomba del mundo a su lado y tengan todas las herramientas necesarias para el desarme: van a tener que esperar.
-Los chistes estúpidos fuera de lugar.
-Que ningún personaje tenga una verdadera familia. Por más fríos que sean tus familiares, a alguien le avisás si te vas a vivir al otro lado del mundo, o si cambiaste de trabajo, si te vas a casar, si alguien quiere matarte, o si te sentís mal porque un fantasma habita en tu casa. Nunca vi una película donde haya una familia entera cumpliendo su rol.
-Que hayan asesinado a todos tus amigos pero aún tengas tiempo de sonreír al final de la película porque sobreviviste como un campeón y te levantaste a la chica de turno.
-El nene trastocado que ve fantasmas y asusta al resto del mundo con frases sueltas: «ella dijo que está bien» o «ayer me visitó y nos tomamos unos mates».
-Que los avances o los cortos de promoción siempre digan con esa voz pausada y pedorra supuestamente interesante con intenciones irónicas: «este verano... sentirás el peligro... de un amor... que romperá las barreras... de todo lo conocido... para crear... una última... que los separe del resto...». Y a veces hasta tienen el tupé de preguntar si tenemos los huevos lo suficientemente grandes para ver la película, como si fuera un gran acierto promocional o como si alguien pudiera siquiera excitarse por el reto: «¿estás listo... para la prueba final?», entonces te muestran una última imagen de la película y la pantalla se pone en negro, ya todo terminó, nadie más va a asustarlo, querido espectador... a menos que... ¡exacto!: a menos que haya elegido una mala película.
—¿Apagaste tu cabeza?
—¿Estás segura de esto? No sé si es lo correcto...
—No la apagaste. ¿Podrías?, por favor.
—Pero, ¿no estaremos haciendo las cosas mal?
—¡Apagala! —se separa de él un instante y retoma la pregunta— ¿La apagaste?
—A garchar...

sábado, marzo 19, 2005

¡Funciona! ¡Sí! ¡Tengo un selector de estilos que funciona! ¡Qué al gas que estoy! Si me acompañan verán que abajo a la derecha tengo un selector de estilos, hagan click que aunque yo lo haya tocado no es peligroso, nada va a explotar, y vean qué pasa. Jeje, no puedo creer que haya funcionado de una, todo gracias a A List Apart y su nota. Lo único que sigue faltando es hacer buenos estilos...

jueves, marzo 17, 2005

¡Curvas! Sí, porque estaba aburrido hice esta berretada que, admito, me costó bastante más que dos minutos. No se ve del todo bien, el título desencaja... ¡pero no importa! Ahora se disimula mejor que este es un blog cuadrado de alma, todo gracias a esa belleza llamada CSS, que con apenas toquetearla un poco ni tuve que molestarme en cambiar el resto del código. Obviamente, sigue en período de prueba, ya que tiene un errorcito muy obvio por corregir. Es más, creo que dejaré un botoncito en algún lado para poder cambiar los estilos, así me divierto un poco hasta que empiece la facultad.

martes, marzo 15, 2005

Muy bien: ya tengo unas buenas fuentes, unos buenos programas, tiempo libre y aparentemente la mitad de la gente a mi alrededor estudia alguna carrera de diseño: debo ser capaz de hacer algún lindo dibujito.
¿Notaron que hay dos niveles de dos puntos, uno que nace del otro? Qué capo, no cualquiera, aplausos, por favor (un ladrillo arrojado impacta en mi sien y vuelvo a tierra).

domingo, marzo 13, 2005

No sé de qué están hablando en la mesa, sí sé que es una lucha encarnizada; prefiero no ser parte. Usando la idea de Lennon, modificándola un poco, quitándole el brillo, tornándola mortal con una ironía pedante, digo que me gustaría comer con gente que no sabe cómo cambiar el mundo, y les pido que imaginen lo mismo.

viernes, marzo 11, 2005

Empiezo a cursar el veintiocho de este mes, qué aburrimiento, supuse que empezaría este lunes. Al menos el aula de proyectual uno y dibujo —ambas materias en el mismo— es de lo mejor, espero que no me la cambien, tiene muy buena vista al río y está en una esquina: doble ración de ventanas. La de matemática es una cueva en el subsuelo, pero está bien, no me parece fea... aún. Los horarios están bien, las materias más tempranas las empiezo recién a las nueve, así que no tendré que despertarme a las cinco como esperaba sino a las siete. La cuestión es que tengo dos semanas más de estas desabridas vacaciones, supongo que empezaré a leer algo, o a corregir los archivos del blog, lo que sea que me mantenga ocupado, aunque no quiero ocuparme más con la computadora, que siempre parece mi única salida. Lo peor es que tengo libros a montones para leer, y no son largos: los terminaría en dos días, pero el calor me saca las ganas y mi dormitorio es un microondas accidental. Hablando de microondas: qué buen invento. Volviendo a mi dormitorio: se cayó la cortina, sola; yo estaba sentado y la vi caer sin causa directa, tal vez algún fantasma habita en este lugar, lo cual podría explicar esos peinados tan trabajados, que no parecen posibles para una almohada, que tengo al despertar. Resumiendo: puede que tenga un fantasma peluquero que tiró mi cortina al piso porque traspasarla le hacía cosquillas; la concentración femenina en la facultad junta con la temperatura de fundición de mi dormitorio han elevado mi temperatura, especialmente la genital; y continúo atrofiando mis músculos por un sedentarismo absorbente.

jueves, marzo 10, 2005

Supongo que deberé olvidarme de tomar sopa, comer hamburguesas jugosas, fideos y otras comidas desprolijas. Nada de galletitas y menos aun mermelada, la gelatina la dejaré en casa y ni pensar en empanadas. Los helados serán desplazados, pero no por flanes ni tortas, ni siquiera por bombones de chocolate; torpe como soy, no querré estar todo enchastrado frente a mi cita. Tampoco tener perejil entre los dientes, que además sería canibalismo.

miércoles, marzo 09, 2005

Amargos... Un tres, ¡qué miseria! Tendré que dar «pensamiento científico» en julio, ufa. Sé que no estaré solo, es más, me atrevo a decir que estaré bastante acompañado en el final, la lista de notas lo demostraba claramente: hay gente en mi estado. ¿Qué nos pasa, jóvenes?
Por supuesto, cuando se falla en algo, se siente crecer el derecho a réplica según cuántos o quiénes fallaron con uno. Y cuando se triunfa, se sienten crecer los méritos según cuánta saturación emocional nos haya causado el asunto. Por eso, cuando apruebe la materia, quizá diga que no nos pasa nada.

martes, marzo 08, 2005

¡Zarzuela! El sábado a la noche fui con, e invitado por, mi primo Mariano a ver Doña Francisquita en nada menos que el teatro Colón. La ubicación fue de lujo: palco número trece del ala izquierda, ¡ja!, ¡chupate esa mandarina (por si tengo algún lector envidioso, así tiro más leña al fuego)! Hermoso lugar.
La obra era un poco pesada, aunque hay unos cuantos momentos muy graciosos y otro en particular en que tuve escalofríos, cuando el personaje Fernando dice una frase y luego canta solo, tremendo.
Algo que me pareció interesante, aunque no fue mérito de la obra, fue la cantidad de palabras utilizadas que por desuso casi considero reliquias del idioma, de las cuales destaco «tunanta» y «bellaco», que quizá, sobre todo la última, no son las más olvidadas.
En fin, esta fue la primera vez que veo una zarzuela y también la primera obra que presencio en el Colón. No hay mucho más para contar, con muchísima suerte veré Turandot, aunque es extremadamente improbable.
¿Qué tengo para ti, pequeña como soy? ¿Cuál es tu actitud?, no la reconozco, ¿qué significa? ¿Es natural pasar por esto? No entiendo si te gusta. ¿Y qué es eso que buscas aún cuando estoy desnuda, qué puedo esconder así? ¿Qué es lo que tengo y tú no, qué me quieres sacar? Trataría de dártelo si lo supiera, pero me confundes todo el tiempo, y aunque te obedezco siempre vuelves a intentarlo, pero nunca lo consigues. No te entiendo, ¿por qué no me lo dices?. Todo es tan incómodo. ¿Cambiaremos el juego alguna vez?
Parte de «ir más lejos» para una mente es no hacerle asco a ningún pensamiento, y el autor no es su obra. Así uno llega a terrenos oscuros, que la luz pública evade, entonces uno debe defenderse por su estadía en tales páramos con declaraciones como ésta.

viernes, marzo 04, 2005

Por favor, no, no lo hagas. Entiende de una vez que no me importa terminar acá, no traigas más medicinas, no llames al médico. No escarbes ahora en el pasado, no te preguntes las causas de esto. No, no quiero que intentes cambiar lo que no se puede cambiar porque no quiero que ocupes tu mente en búsquedas de soluciones para este momento que no sucederá otra vez. Solo quédate conmigo hasta que pase, no es mucho pedir, ¿verdad? Ya dejé todo arreglado, no te preocupes, dedícame este lapso de tu vida, hazme el favor, provócale al moribundo su última alegría; solo déjate a mi lado.
Soñé, hace unas noches, que a alguien en un aula, nadie que conozca, se le separaba su cara del cráneo como con un corte limpio, dejando su cerebro a la vista, sin vista, gusto ni olfato. Se lo veía como un cuerpo perdido y desesperado, buscando frenéticamente a tacto su faltante; lo encontró él solo, y se colocó la cara otra vez. La aseguraba con sus manos. Tenía miedo, sabía que había tenido suerte en encontrarla, que podría morir, pero no eran las cuestiones de la debilidad de su organismo las que le preocupaban tanto, sino sus compañeros. Él sabía que la curiosidad brota con forma de odio en un humano cuando algo se le parece demasiado. Pero él era humano, y aún así sentía el peligro, lo descalificarían como tal si la cara volviera a caérsele, y no podría defenderse. Un instante descuidado con sus manos atareadas cuando todo parecía haberse normalizado y su cara volvió a caer. Estaba de rodillas en el piso buscando sin éxito, nervioso, ¿cómo permitió que le pasara una vez más lo mismo? Alguien lo tomó de una muñeca, y otras dos manos hicieron lo mismo con la otra, se habían acercado al descarado, quien aún arrodillado apuntaba su cerebro hacia arriba, sabiendo qué sucedería pero creyendo ilusamente que podría cambiar toda la humanidad pidiendo piedad sin un rostro que la exprese completa. Uno tocó el cerebro con un índice, los demás lo siguieron, cada vez más intrusivos. Él temblaba y sudaba. Cuando la sensación de la superficie no fue suficiente, alguien enterró el dedo y luego lo batió dentro de la masa. Uno tras otro hizo lo mismo en el mismo agujero, quitando su dedo al terminar. Intentando innovar, alguien le incrustó una moneda, pero no fue lo suficientemente interesante y la falta de ideas de éstos compañeros los llevaba a querer terminar con todo. Uno pateó la cabeza sin mucha fuerza hacia atrás y él cayó de espaldas con las piernas en posición extraña, ya no lo sostenían. Otro pisó el cerebro con la punta de su zapato, todos se sumaron, y aplastándolo cada vez más fuerte lo destrozaron.
Carta sin destino pero a un hijo malo, vil, cruel, irrespetuoso, a quien odiaría aún más si no fuese por su estado, detestable y falto de buena madre: lo mejor que he hecho en mi vida fue negarte la tuya.

jueves, marzo 03, 2005

«Me voy lejos», dijo él, «serán mejores días que éstos». El llegó con su mochila llena de sus propios pedazos, quizá en esas tierras podría descargarlos en el suelo y limpiarlos un poco sin que nadie lo moleste por haber ocupado un poco de terreno que no es propio. «Acá la gente se maneja de manera un poquito diferente», dijo ella, «no se me ocurrió mejor idea que ésta». Ella sabía que estaba algo vacía por dentro y quizá este muchacho que tanto parecía haber vivido era su perfecta solución, y le cedió espacio. «Está perfecto», dijo él, «nunca nadie hizo tanto por mí». Ella se sinceró y le dijo «lo hago por los dos». «Yo también, lo hago por los dos.»
Ella lo observa hacia arriba con mirada acaramelada y él, subido a la escalera, se siente más hombre que nunca. Yo, que los veo de lejos, me aterro por la debilidad del todo, y me torturo pensando en su caída de la escalera y en su mirada hacia abajo. ¿Y quién recogerá sus pedazos si esto sucede?

miércoles, marzo 02, 2005

Lista de listas que debo y trataré hacer mañana:
-Una con todo lo que hay que reparar en la casa (y cómo repararlo) para papá.
-Una con todos los músicos cuyas obras conozco poco, o no conozco, y quiero conocer mejor aunque no me de el tiempo de una vida para escucharlos todos.
-Otra igual con escritores.
-Otra con todos los libros que ya tengo en casa y que nunca toqué.
-Una con juegos viejos que me gustaría volver a jugar (esencial).
-Terminar la que enumera todo lo que quiero así me saco de la cabeza montones de ansias.
-Lista de ropa que me tengo que comprar, con todos los detalles, de manera que cuando por fin compre todo, combine.
-Otra con todas las cosas que mejoraría en casa.
-Otra con las publicaciones a las que me suscribiría si tuviera todo el dinero del mundo.
Lista la lista, ¡se imprime!

martes, marzo 01, 2005

¡Bien! ¡Un día fresco! ¿Existe algo mejor que dormir con la colcha hasta la nariz? Que se quede así. Y mis almohadas están tan frescas que no puedo evitar hundirles mi cara cada cinco minutos e inhalar ácaros y aire mimoso. Hoy quiero ser un osito de peluche, y que me abracen como yo a mis almohadas, que me lleven apretujado y yo sin poder hacer nada, y con mi carita inmóvil resignarme a los mimos.
Es que el frío me pone tan maricón...