sábado, diciembre 31, 2005

«Conclusiones del año»Reflexiones del año 2005 que pasó:

-El infinito no contempla todos los elementos posibles, o, dicho de otra manera, no contempla todas las posibilidades. Por esto, no todo es posible en un conjunto infinito, y lo mismo aplica en conjuntos finitos. Sea finito o infinito el universo, no todo es posible. Aquello que sería posible en otro conjunto hipotético es imposible en éste.
-Conocí a Fernando, un tipo muy copado y tranquilo. Un genio.
-Nada pude ni puedo hacer para poder ver a Gabriela.
-Es interesante como cada vez que aprendez algo nuevo sobre algún tema determinado, entiendes mejor cuánto más falta aprender, dando casi una sensación de que cada vez se sabe menos de ese tema. De alguna manera, mientras uno más aprende más se da cuenta de cuan poco se sabe de algo, casi una insignificancia.
-¿Cómo olvidarme?, la transición entre el treinta y uno de diciembre pasado y el primero de enero de este año, que hoy se va, la hice escuchando Ride The Wild Wind, de Queen.
-El bar del año: Macondo, en Plaza Cortázar o Serrano, no cabe duda. Todo se cuece en Macondo. Adoro ese lugar.
-Acabé el C.B.C., tuvo sus cosas buenas, pero en general me decepcionó. Lo malo fue que realmente no tuve un cambio de actitud hacia los trabajos prácticos ni al estudio, fue un secundario extendido y aburrido.
-De quienes se fueron, mi tía abuela parece haberse quedado, su timbre de voz, sus rabietas, sus amabilidades, no sé. Por un instante se me ocurrió preguntar a mis padres si vendría a la fiesta de fin de año, parecía tan natural.
-Fui a clases de canto, las cuales fueron un delirio muy interesante, aunque la profesora me retaba por no hacer la tarea. Muy gracioso, pero qué vago inútil, no hice casi nada.
-Pasamos prácticamente todo el año sin el amigo Fachur, sorprendente. Siendo honesto, no creí que duraría tanto estando tan lejos.
-Estuve muy paranoico en la mitad del año, llegó a ser muy desagradable, tuve momentos en los que quise desaparecer o desaparecer a la gente de alrededor.
-El marco de mis anteojos se quebró dos veces, solito sin que nadie lo tocara, y tuve que pegarlo. De lejos no se nota, pero si los miraran muy de cerca sabrían por qué no debería vestirlos al salir a la calle.
-Auyenté cantidades masivas de gente que pude haber conocido.
-Quiero aprender JavaScript y luego la dupla de PHP y MySQL, me resultarían muy útiles.
-Tuve bastante ropa nueva este año, comparado con años anteriores fue una exageración.
-Pasé de tener tres almohadas a cuatro, otra exageración.
-La salida a Amerika fue bárbara, apenas pueda con mis amigos se arma otra.
-Es tremendo lo fáciles que pueden hacerce ciertas cosas con un poco de labia, sobre todo para obtener información.
-Espero que este último haya sido de su gusto, yo aún no sé caracterizarlo precisamente usando pocas palabras. Creo que tuvo sus buenos eventos, y lo aprecié algo más sólido que años anteriores.
-Sigan dándole masa.
-Nos vemos el año que viene.
-Gente, sigamos subiendo el nivel.
«Conclusiones del mes»Reflexiones del mes de diciembre que pasó:

-¡De una! Ligué un teléfono de rebote. A esta mesera no le importó nada. Me queda probar su veracidad.
-En este mes renació con más fuerza que nunca mi capacidad de imitación de formas de ser ajenas. Nunca incorporé tantas cosas juntas en tan poco tiempo y la mayoría vienen de un compañero de laburo de mi primo llamado Diego, porque no podés no querer imitar a Diego, el tipo redefine lo que es ser copado.
-Me destruí la garganta gritando pavadas como un loco desconado.
-Me cortaron el pelo. En lo de Ricky, pero esta vez me lo cortó Damián, no Ariel. ¿Y a quién le importa? ¿A las tijeras?
-Roban casas y los vecinos se rúnen a discutir la situación con la policía. Son como gallinas quejándose al gallo porque han robado sus huevos, o asambleas de vacas discutiendo la ida de sus hermanas guiadas por el matador, todos hablando para averiguar cómo mejorar la situación.
-Fue un mes muy largo y divertido que, igualmente, pude haber aprovechado muchísimo mejor.
-Era el cumpleaños de un amigo y estaba en su fiesta, cuando algo que no viene al caso lo acercó a la muerte. Y dijo: «mira, si hoy sobrevivo a esto podremos festejar juntos el año que viene, porque sería como haber nacido de nuevo».
-Pocos recuerdan que una vez entrado el verano los días comienzan a acortarse, ¿no los sacia esto, queridos pesimistas?
-Sé que no hubo un aluvión de escritos, pero le puse una pizca más de voluntad.
-De uno a uno, nos vamos largando, como los primeros vuelos desde un nido. Vamos depositando confianza en el aire, cada vez más, pero no todas las aves han saltado aún. Estas que quedaron miran a las otras y esperan la ocasión especial para poder hacer lo mismo. Las que ahora están en el aire saben que lo especial lo hace uno.

viernes, diciembre 30, 2005

Me basta despertar para saberlo, no necesito más que abrir los ojos, el aroma del aire. Me acechan, lo sé, y sé quienes son, dejan rastros que no puedo pasar por alto. Y saben que lo sé. Los sonidos apurados al cambiar de forma errática mi caminar... rozan lo obvio. He notado un perfume que se ha repetido en lugares que visito distanciados entre sí. Rodean mi posición ocultos, lo sé porque vi pies apurados saltar detrás de casas al otro lado de la calle. Y sé que son muchos, en una oportunidad vi una multitud reflejada en los cristales de un coche, también detrás de una casa ocultándose de mí.
Pero sé que puedo estar solo, y lo saben. Hay un lugar lejano propiedad de un amigo, es un terreno plano, una llanura, sin árboles ni pastos altos; nada con lo que nadie pudiera esconderse. No pueden seguirme, allí son inservibles. Es mi desafío, cada vez que voy los espero, aunque nunca se han atrevido. Ellos son como aquél niño tímido enamorado de aquella bella extraña, no me provocan miedo, los tomo como el resultado de una ronda de azar que estableció que debía vivir esto.
Yo era un lunático, en extremo, demasiado; recuerdo que cuando estaba en la secundaria mis compañeros me pedían que dejara de hablar pavadas, ¡pero no podía! Yo decía que las naranjas eran naranjas, nada malo, entonces ellos venían y me rodeaban y me pegaban un poco, pero yo no me rendía y empezaba a gritar desaforado «¡el sol es amarillo, el sol es amarillo!» Entonces me pegaban más fuerte, sentía los golpes, que no quepa duda, pero tenía que decirlo, era una necesidad, ¡porque el sol se ve amarillo!, nada equivocado. Y siempre está el zarpado del grupo; ése me tiraba un banco por la cabeza, imposible no caer al piso, pero no dejaba mis asuntos, ni por casualidad: seguía gritando «¡soy un cabeza dura, soy un cabeza dura!» Imposible saber cuántas veces sucedió exactamente lo mismo, o cuántas veces el preceptor me salvó de ser acribillado con tizas asesinas, o contar la cantidad de veces que tuve sexo con la regente en la oficina del rector, era un delirio de colegio ese lugar. Después crecimos y nos tranquilizamos, aunque a esa veterana la sigo viendo de tanto en tanto para revivir esas viejas sensaciones. Imposible otra época como esa, nadie podría repetirla, fuimos los mejores.
Aquellos de pensamiento universalista responden al juego de si el vaso está mitad lleno o mitad vacío con que el vaso está por la mitad. Allí está la diferencia. Podríamos decir que se ha construido una tercera opción, pero, en verdad, era la única respuesta. Esta es la diferencia entre lo que es y lo que se aprecia, sólo se es una sola vez, pero las apreciaciones pueden ser más de una. Hay muchas cosas que no son más que tu apreciación de muchas otras, yo creo que te sorprenderías de la cantidad de cosas que no existen, y digo esto cometiendo el error voluntario de decir «cantidad».
Tengo un problema con la condición del azar y el lado subjetivo. Da la impresión de ser un universo aparte. ¿Puede ser que hayan, contradictorio como suene, dos universos superpuestos? No pero sí, ya que consideraré al universo como la unión de ambos lados, lo cual no es diferente a lo que pensaba. La duda llega a los elementos, al primer tipo de elemento que conforma todo conjunto. ¿Existe un único elemento neutro o siempre son dos? En una adivinación apurada, hay dos unidades, la materia es objetiva y la posición es subjetiva, ¿no? Una es absoluta, se define por sí misma, y la otra es relativa, no se define sino que se pauta por referencias a otros elementos. Pero no es completamente abarcativo decir posición, lo correcto es decir movimiento. Entonces podemos definir que el tipo primario hipotético de un elemento objetivo es materia, sin contemplar su movimiento porque definimos el tipo, no puede existir un elemento sin movimiento, en el sentido de espacio; y el tipo básico de un hipotético elemento primario subjetivo es el movimiento, sin contemplar la materia sólo porque intentamos aproximar una definición, ya que no puede existir un elemento sin materia. Básicamente, el movimiento son relaciones y estas están dadas todo el tiempo, lo que uno hace es descubrirlas.
Pienso que puede eliminarse el lado subjetivo: si sólo existiera una unidad de materia, la única, no habría movimiento porque no hay relaciones externas, sólo una unidad y vacío. Pensar que sería un elemento porque es relativo a sí mismo, por lo tanto, teniendo una posición, no me convence, a menos que cambie una característica del lado subjetivo. En vez de decir que lo subjetivo se pauta por referencias a otros elementos, podría decir que lo subjetivo se pauta por referencias a todos los elementos. Esto va muy bien con la idea de que la relación entre lo objetivo y lo subjetivo es asimétrica, que no son opuestos. De esta nueva manera podría existir un único elemento de posición permanente en el mismo lugar, con movimiento en el sentido en que lo estoy usando; por lo tanto, no podría suprimirse lo subjetivo. Me gustaría saber cómo hacer peligrar en la misma manera la existencia del lado objetivo para poder mejorar la definición. Supongo que el paralelo sería pensar en que haya sólo una relación; parecen haber dos respuestas al problema: la primera es obvia luego de suponer que un elemento es relativo a sí mismo en el problema anterior, así que si hay una relación hay necesariamente un elemento; la segunda es que habiendo dos elementos existiría una relación entre ellos, pero al ser también relativos a sí mismos habría al menos tres relaciones en el lugar. Concluyo con que sólo pueden eliminarse ambos lados simultáneamente, simplemente, al no haber nada, sin materia en movimiento.
No es tan complicado, de hecho, es muy simple, se resuelve solo. Obviamente, esto es una brutalidad que puede albergar muchos problemas de semántica, un mero boceto para permitirme organizarme un poco bajo el ojo público, como para que no crean que me he vuelto loco buscando en vano, acaso logrando que crean justamente eso. Igualmente, es muy posible que demasiado, sino todo, sea incorrecto. Hay muchos problemas o inconsistencias que salen a la luz con facilidad cuando cambio la escala. Como sea, es un excelente ejercicio para mi atrofiado cerebro.

jueves, diciembre 29, 2005

Ir a algún lugar, pasar la noche con gente divertida, volver tarde a casa y despertar tarde también... lo que es mi vida actual, no me resulta una buena manera de aprovechar el tiempo. Sencillamente, me parece que tengo los momentos divertidos muy mal distribuidos, todos comprimidos y aglomerados en unas cuantas horas de una salida nocturna algo forzosa, a la que uno se ha esforzado en ir en determinado horario. No sé cómo sería un modelo mejor, pero éste no me convence. La idea de repartir la diversión en mayor cantidad de momentos de menor duración, algo como ver muchos amigos todos los días durante breves lapsos, tampoco parece encajar. En este exacto momento mientras escribo esto, noto que la visión sobre mí mismo de «me falta algo» ha cambiado a «me falta hacer algo», y si me leo sé que encontraré que no es la primera vez que lo pienso. Pero ahora hay diferencias, hay dos cuadernos casi vacíos dentro de mi mueble modular esperando que los complete, hay apuntes de matemática, física y diseño que podría estar leyendo para facilitarme el paso por la facultad, y tengo una idea demasiado inteligente que es demasiado estúpida y que suena a fantochadas cuando la menciono y cuya aceptación implica demasiados cambios, idea que debo organizar; de hecho, ya suena a fantochadas. No sé decir si lo pienso, pero indudablemente sí siento que cada instante que no imprimo en esas tres tareas es terreno perdido cedido al olvido, si no hice nada de él, o cedido al entretenimiento, si avancé en otros campos.
Y ahora lo pienso nuevamente y preveo una conclusión diferente a la que esperaba al empezar a escribir. Si durante los tiempos casi predestinados a morir hiciera mis tareas y dedicara lo que quede al ocio, estaría teniendo una organización muy eficiente, que no es nada diferente al consejo que reciben los alumnos de una escuela. No sentiría que desaprovecho el tiempo de haber hecho algo antes con él. Puede que ahí esté la clave del placer, en merecerlo.
Y por mucho que cavé no llegué a nada profundo, esto no es nada nuevo. La cuestión es que no puedo continuar así.

martes, diciembre 27, 2005

«900 posts aniversario»Te dije, ¿cuántas veces ya?, que no estoy bien, poco ha funcionado como supuse y no he tenido buenas noticias. Suelo pensar que soy una máquina que no se permite degustar un mismo sabor por mucho tiempo y cuyo único objetivo es completar aquél pensamiento que no la deja sola, ya no más. Quizá si me hecho a andar con constancia, si llego a terminar la idea, puede que tarde en vida reciba algo de reconocimiento, pero todos ellos de quienes ahora espero reconocimiento ya habrán muerto. No obstante, el reconocimiento no es la meta. Te dije que he pensado mucho, demasiado sobre mí, aunque cada vez encuentro más acertado que mantenerme pensando sobre mis problemas y no resolverlos no es más que revolcarme en mis miserias. Me pregunto el por qué de mi falta de compañerismo de tu parte, dejándome completamente sólo en esto que es mi vivir como una máquina. ¿Cómo es que conociendo mis dilemas aún no te has cortado las venas por mí? ¿Qué clase de comprensión posees que no reaccionas con dolor a lo que son estas palabras sufridas? ¿A qué carencia de mi poder expresivo corresponde que no te quebraras las piernas cuando se quebraron las mías? ¿Acaso no eres quien se alegra de mis aciertos, quien primero organiza una fiesta para celebrar mi buenaventura? Tan fácil te es compartir la dicha ajena, entonces ¿por qué no compartes mi dolor? ¿No sufres cuando sufro? ¿Por qué no sufres? Desagradecido. ¡Sufre! ¡Sufre, escoria! ¡Tú hablando tu lástima actuada sólo vicias el aire!

sábado, diciembre 24, 2005

Ellos tenían a su esposa, a su hija y a su hijo, y sé obligó a negociar su rescate.
Los mantenían atados y amordazados en sillas, con los ojos libres, podían verlo también a él, que recién había llegado a la habitación. Los señores le pidieron que se siente y él accedió. Apenas pudo hacer su afligido pedido de liberación, no tardaron en reducirlo y atarlo también, pero no lo amordazaron. Un señor buscó algo a sus espaldas, y sus hijos comenzaron a gemir aterrados; extendieron las manos de su padre sobre los largos apoyabrazos y martillaron cada uno de sus dedos, atormentando con sus gritos a su familia testigo. Quitaron las mordazas de su esposa e hijos, podía escuchar que gritaban su nombre con dolor, pero estaba perdiendo el sentido. Entonces, primero la derecha, luego la izquierda, los señores cercenaron sus manos con una sierra; se desmayó del dolor. Despertó con la vista de su familia dormida y las muñecas vendadas, pensó en cuán diferente sería todo si sólo estuvieran del otro lado del muro medianero, dentro de otra casa ajena a su situación. Incluso pensó en sus manos, las que no volvería a utilizar jamás.
Se preguntaba el por qué de tanta tortura cuando el chillón ruido de una máquina lo devolvió completamente a su situación. Su familia despertó y sus gritos lo llenaron de miedo y angustia, y a continuación dos señores se acercaron con una sierra circular, tomaron su pierna derecha y, en el marco de sus ruegos, la cortaron bajo la rodilla. Tiraron aquél trozo a su hija, estacionándose en su regazo. Sin haberlo notado, ya habían tomado su otra pierna y sintió el filo desgarrándola bajo la rodilla. Este trozo fue arrojado a su hijo, quedando también en su regazo, aunque él nunca vio bien esto último, ya que estaba perdiendo el conocimiento.
Soñando volvió en el tiempo a una caminata en la playa de algunos años atrás, junto al mar en un día nublado, cuando sus hijos eran más chicos y la cabellera de su mujer era más larga y libre. Cuánto se divirtieron aquella vez. En una escena tan feliz tuvo miedo por las que podrían llegar luego.
Abrió los ojos en una tormenta de gritos, a su llorosa y pálida mujer le apuntaban con un revólver en su sien derecha, él ya sabía lo que sucedería aunque suplicara. Se miraron a los ojos, él recompuso su voz tanto como pudo y les pidió que no lo hicieran y entonces el señor apretó el gatillo. Sus hijos, sentados ambos a la izquierda de su madre, recibieron muchos de los restos que volaron. Dos señores se acercaron a ellos por detrás, cada uno con un hacha; aquél detrás de la hija levantó el hacha sobre su propia cabeza y en un instante la bajó violentamente, quebrando la cabeza de la niña a una gran profundidad. Soltó el hacha, la cual cayó al piso, a lo que siguió el segundo señor, quien hizo lo mismo que el anterior sobre la cabeza del hijo. Luego de largos minutos ante la escena, otros dos señores llegaron y lo sedaron.
Tenía pesadillas, su familia se mostraba a punto de morir, o como enfermos terminales, o simplemente desaparecían uno por uno. En un sueño, estando todos en el comedor, su hija se retiró a buscar la necesaria medicina a la cocina, pero al seguirla, ella ya no estaba. Al volver al comedor para preguntarles a su mujer e hijo dónde estaba la niña, ellos tampoco estaban; se quedó quieto, sonriendo por el juego de las escondidas, pero no habría de buscarlos, estaba verdaderamente petrificado.
Se sentía débil, más que antes, pero había logrado despertarse. No tenía piernas bajo sus caderas ni tampoco brazos luego de sus hombros, su cuerpo era sólo abdomen, torso y cabeza. Estaba pesadamente vendado, y sus ataduras fueron rehechas para la forma particular de su cuerpo. Uno de los señores se acercó con un largo clavo, le hizo señas de adiós con una mano y pinchó sus ojos con el objeto. Sus ojos destruidos fueron seguidos por sus oídos, quedando sordo. Sintió manos en su boca, cortaron su frenillo y luego estiraron su lengua hacia afuera tanto como pudieron para luego cortarla lo más profundamente posible. Entonces fue sedado.
En sus sueños volvía a su casa, deshabitada pero llena de juguetes y collares. Sus padres siempre aparecían preguntándole dónde estaban sus nietos y él trataba de dar explicaciones. Los teléfonos de las agendas siempre daban con la misma operadora, quien sólo daba conversaciones inútiles.
Su garganta se sumó a sus dolores, no podría gritar ni aún con su lengua. Estaba incomunicado con el exterior, no podía hacer señas ni podía percibirlas, quería morir, pero tampoco podía cumplir su decisión. Fueron días y noches de golpes, indefenso y sin poder prever por dónde vendrían, no le dejaban dormir. Muchas veces lo arrastraron, y esa noche le arrojaron agua hirviendo. Entonces sí, al fin, le concedieron dormir.
En su único sueño, él explicaba alegre lo que ocurría en él, como hablándole a alguien a pesar de encontrarse solo. Era fantasía tras fantasía, y él les seguía la corriente sintiéndose aventurero, pensando que nada bello que ocurra a su alrededor fuera algo del otro mundo, y que no haría más que aquello que ya estaba haciendo, contemplar la belleza y seguir la corriente, flotando, sin esperar llegar a ningún lado.
Fue asesinado con disparos a su cabeza. Los señores limpiaron todo, enterraron los cuerpos en el jardín de la casa y comenzaron a analizarse a ellos mismos, mentalmente, filosofando.

viernes, diciembre 23, 2005

Si por algo que otro ha hecho que te hizo un mal no intencional tú dices que no te ha afectado, para que no se sienta culpable, estás actuando. Y si has actuado tan bien sin haber emitido queja alguna y aquél que te ha hecho mal también hizo males no intencionales a otros, pero éstos se molestaron, y si aquél que ha hecho males los considera débiles a éstos al compararte contigo, entonces no sólo has actuado bien sino que has demostrado fortaleza. Pero la labor de un actor no termina al finalizar la situación; si luego de un corto tiempo aquél que te ha hecho mal te pregunta si realmente no te ha afectado su accionar y tú aún respondes que no, eres un buen actor que posee una actuación permanente. Si al pasar un largo tiempo eres preguntado lo mismo por aquél que te ha hecho mal y tú aún respondes que no, entonces quizá hayas cometido un error, has actuado perfectamente pero la gente suele contradecirse con el tiempo, tal vez aquél que te ha hecho mal te haya descubierto la actuación, tal vez te lo agradezca.

miércoles, diciembre 21, 2005

Debería hablar al apenas levantarme de la cama, nada de esperar a estar despabilado, porque entonces mis defectos aún no se han despertado y puedo ser más franco al expresarme. De esperar a estar completamente despierto sería muy complicado e incluso una pérdida innecesaria de tiempo volverlos a dormir. Pero un aviso que me han dado ya muchas veces sigue causando eco, «el que no hace no se equivoca». De todas maneras, ¿cuál es el límite hasta el que puedo cometer errores?, ¿a qué escala uno pierde la valentía para hacer algo con la posibilidad de equivocación? Aparentemente, la responsabilidad es el límite de la valentía. Lo cierto es que estoy lejos de tener grandes responsabilidades, debería hablar siempre que tenga algo para decir.

domingo, diciembre 18, 2005

Fueron ochenta centavos los que financiaron risas y dieron pie al análisis de la salida de la noche anterior, mucho más cara, corta y desabrida. Sólo ochenta centavos, el viaje de ida en transporte público, con onda, ni siquiera tuve que pagar la vuelta porque caminando se desata la lengua. O sea, sobre aquella noche anterior: ¿qué onda con la onda? ¿Faltó la onda? Pero, no importa, se espera que haya otra oportunidad, una nueva salida, para ondear la situación.

sábado, diciembre 17, 2005

Los cortes de pelo no suelen ser grandes noticias, pero en gente de melenas abultadas reacia al engorroso trámite de ir a la peluquería pueden convertirse en la noticia del día, la cual repercutirá durante los días que sigan entre las personas de su círculo y los curiosos que no pertenecen a él. Con relación a esto, hoy me cortaron el largo cabello, dándole una buena forma y una apariencia distintiva. ¿Y a dónde voy con esto?, preguntarán ustedes; ¡a eso mismo!, respondo, tengo un flamante corte de pelo. ¿Y quedó bien?, podrían retrucar; ¡vení y fijate!, y ése es mi «vale cuatro», si alguien estaba mintiendo ya se quedó sin salida, todo depende de las cartas que repartió el peluquero.

viernes, diciembre 16, 2005

Nada pudo haberme preparado para la sorpresa que vino, creo que ni siquiera un aviso a tiempo de una fuente confiable. Como en el pueblo sucedían cosas extrañas —y por esto me refiero a perros callejeros que aparecían con sombreros atados a sus cabezas, como también a piñatas colgando de postes de luz, los cuales a veces desaparecían de las veredas habiendo sido reemplazados por otros postes con luces giratorias de colores—, contratamos al mejor equipo de seguridad del continente, quienes además de ser héroes de guerra también vivían providencialmente en el pueblo vecino más cercano. Y así fue que a cambio de una buena paga y pases gratis al cine, ya que eran aficionados y su pueblo no tenía uno, el equipo entero comenzó a patrullar las calles durante todo el día colaborando con la policía local, en la cual había nuevos aires de esperanza luego de la larga resignación a arreglar los problemas causados y no poder atrapar a los culpables. Luego de dos días tranquilos y sin sorpresas, exceptuando unos pocos gatos con sonajeros atados a sus colas, me decidí a visitar a alguno de nuestros flamantes guardianes, siendo el más conveniente aquél en un puesto de vigía cerca de la avenida central. Y estaba yo con el señor, encargado de vigilar durante la noche y dar la alarma al menor indicio de aparición de lo que sea que le resulte sospechoso, quien observaba atento hacia fuera mientras me hablaba en voz baja y pausada sobre las hazañas de su grupo y de que nunca perdió la tranquilidad ni estando en los peores aprietos; un tipo muy aburrido pero centrado en su trabajo, lo cual me conformaba. Las horas se iban y mi visita dejaba de parecer interesante, cuando veo que el vigía presiona rápidamente el gran botón azul, que era la alerta silenciosa para sus compañeros, significaba que podría estar viendo algo sospechoso pero que no estaba seguro. ¡Qué excitante!, nunca había sentido tanta emoción de repente, era como ser parte del equipo durante la expectativa que antecede a la acción. Pero entonces el vigía comenzó a temblar y perdió completamente la tranquilidad, lo que sea que haya visto yo no lo veía, pero debía ser terrible para dejar en ese estado a un individuo tan experimentado; verlo a él me causó pánico. No tardó más y apretó con torpeza el botón rojo, que significaba la retirada a un lugar seguro. Y huyó. Quedé sólo en su puesto sin poder creerlo. Al otro día el pueblo amaneció sin sus guardianes pero con un gran sol pintado sobre una ancha acera delante de una plaza, y más gatos tenían sonajeros atados, aunque esta vez se afirmaban a sus barrigas y no a las colas, quizá porque se les caían después de un rato de meneos. Transcurrió un día más; desperté, desayuné y fui a vestirme, al abrir el guardarropa vi que habían teñido de verde mi traje, no sé aún cómo entraron a mi casa. Lo tomé y lo observé detenidamente por un minuto: todo verde, un trabajo impecable. Harto y por querer ver hasta dónde llegaba la broma, me vestí con él y salí a la calle, donde encontré que cada extrañado policía tenía uniformes naranjas, y acepté reírme.
Pude haberme ido, sabía qué dirías lo mismo que me dices cada vez que te despiertas, pero me quedé a escucharte decirlo una vez más. Nunca das grandes discursos, incluso creo que te encanta disimular, esconder o eliminar la coherencia y hablar cualquier verdura. ¡Pavadas simpáticas!, esas sí que te gustan. Seriamente, no sé ni por qué te presto mi oído, aunque sospecho que es tu constante plática de bananas irrelevantes o absurdas las que me hacen sentir tan cómodo. E indefinidamente, cuando se arma una reunión, los presentes nos sumamos a tus sandeces y generamos aquellas charlas que además de legendarias son, simplemente, puro platanaje.

miércoles, diciembre 14, 2005

Las definiciones sólo son afirmativas y sólo definen conjuntos objetivos, no pueden albergar negaciones. Dado que una característica objetiva es que estos conjuntos se definen por sí mismos, no hay referencias de conjuntos externos en su definición más que la de los conjuntos previos que lo contienen. De esta manera, las afirmaciones y supuestas negaciones que podrían haber en una definición sólo pueden referenciar al conjunto en sí y a sus contenedores. Por esto una definición no puede albergar negaciones, puesto que, al poder negar únicamente elementos propios y no ajenos, estaría negando una parte de sí o de su contenedor, de modo que no lograría reunir todos los elementos necesarios para ser el conjunto o pertenecer a su rama de conjuntos en primer lugar. De hecho, una negación provoca una regresión en la rama de conjuntos que termina en el conjunto que contiene al conjunto negado. Ese conjunto al que se ha regresado ya posee su única definición afirmativa válida, y aunque tenemos un prototipo de definición que incluye una negación que también se refiere a él, ésta última no es universal, ya que depende del desarrollo de la rama, o sea, de los elementos que podrían o no aparecer luego dentro del conjunto, mientras que una definición afirmativa se basa en conjuntos previos que ya existen y no pueden cambiar más.

sábado, diciembre 10, 2005

Puede ser que me haya buscado mientras yo me estrellaba contra las paredes de cada edificio al cual entraba, no puedo saberlo. Quizá mi nombre cruzó su cabeza cuando comencé a entender que ninguna agua jamás podría limpiar la mía, y que las náuseas por algo interno crecían tanto bajo una barba descuidada como bajo el dulce perfume en mi piel. Tal vez no dio un segundo paso hacia mí porque no recibió respuesta de aquél tímido primero; me enteré fuera de tiempo de tal avance debido a haber dejado en suspenso la manera en que mi vida solía desarrollarse. Ella pudo haber sido mía, aunque ahora dudo de haber podido hacerle algún bien en lo absoluto, tarde o temprano yo hubiera entrado en la misma situación, la cual no significaba hacer nada malo, y sin embargo ni toda su buena voluntad podría haber mejorado el desenvolvimiento de mis caminos, ella hubiera sido arrastrada por mí sin siquiera merecerlo.

viernes, diciembre 09, 2005

Quisiera mil estrellas en el cielo, que siempre sean las mismas y sólo cambien de lugar; las mismas mil de siempre, así me da la vida para contemplarlas a todas. Quisiera sólo una ciudad en el mundo, y sólo un campo en el mundo, y que el mundo sea todo el universo, para que no haya noticia de la que sea ajena ni ser nunca turista. Quisiera una única gran biblioteca como hogar de todos los libros, que ser ciudadano signifique ser vecino, cambiar de profesión en profesión y poder ser tutor de quien me reemplaza, retirarme sin haber omitido nada. Quisiera saberlo todo, un amor ideal, variedad en la similitud, pero es contradictorio; lo querría de adorar lo estático, pero sé que de hacerlo perdería el empuje de la corriente; no quiero perder el movimiento.

jueves, diciembre 08, 2005

Oh, muchacho, creí que dirías que no valía la pena, que no levantarías tu mano contra tu gente. Oh, ¿qué es eso que dices?, nos matas con tus palabras, causando congoja entre quienes te deseamos el bien. Debes estar confundido, no podemos escucharte sin recordarte de pequeño, tan... genuino, cuando ni habríamos imaginado que hablarías de este modo.

miércoles, diciembre 07, 2005

Digo, ¿por qué tanto lío con el sexo, no es algo que queremos disfrutar todos? ¿Por qué uno tiene que soportar tanta negociación, tanto comercio? ¿No sería mejor decir: "yo soy hombre, tu eres mujer, asociémonos"? ¿Y si te gusta tu mismo sexo, poder preguntar lo mismo, sin que te saquen a patadas? ¡Basta de histeriqueo sexual! ¡Dejen al mundo garchar libre!

martes, diciembre 06, 2005

El reino se levantaba mágica e inmensamente sobre terrenos fértiles y hermosos, no parecía haber relación posible entre su esfuerzo por crecer y su crecimiento. Cada día se terminaban obras y se comenzaban nuevas, no había proyecto que no floreciera y la calidad de vida de cada habitante sólo podía ir en alza, exceptuando la del rey. El rey vivía atormentándose, y cada alegría ajena era otra penuria, pues conocía los cimientos del reino y la ira que nace de los individuos a quienes se les quita aquella dicha que creen les pertenece por derecho. Basado en mentiras, el reino cayó desde el dormitorio real hasta sus fronteras, destruyendo incluso el alcázar principal y las fortalezas restantes. Las ruinas se mantienen a nivel del suelo, pues fue el límite de la caída, donde aún todos viven rodeados de vergüenza.

lunes, diciembre 05, 2005

—¿No será que el primero golpeó al segundo para que este caiga derribando al tercero?
—No, sólo éramos dos personas.
—Qué absurdo.
—Sí, lo fue. Pero después me desperté y perdió la gracia, porque se supone que en los sueños todo es posible. Y dejó de ser absurdo, lo cual me aburre.

domingo, diciembre 04, 2005

Nunca vi tan lleno el shopping de Devoto, era tremendo gentío. Y pude, al fin. He visto la última película de Harry y es por lejos la más entretenida de todas. Sin embargo, la anterior, la tercera, es más contemplativa y tiene detalles muy sutiles que le dan una ambientación a la que la cuarta no llega. De todas maneras, esto se corresponde con los libros, ya que el tercero lo sumerge a uno en el mundo mágico más que ningún otro, siendo probablemente el más representativo de la saga, mientras que el cuarto es el punto de inflexión, el misterio pasivo antes de una repentina debacle.

sábado, diciembre 03, 2005

Soy un limón, ¿qué haré? Me piden que sea dulce, y lo intento, pero no soy una naranja, soy un limón. La pintura naranja no engaña a nadie, y sonrojándome quizá parezca un pomelo pequeño, pero no sirve. Además, la idea es ser dulce, no naranja. Me presentaron una verde lima, como para endulzarme el corazón, pero resulta que soy tremendo inútil para ser sociable; quizá no maduré lo suficiente para tratar esos temas. Yo soy limón y nada diferente. ¡Déjenme ser limón!

viernes, diciembre 02, 2005

Adiós, C.B.C., adiós, espero no verte en mucho tiempo. Me mantuviste despierto unas cuantas noches, pero nada que el té no haya podido controlar. A veces fuiste tan aburrido que creí que lo mejor de haber ingresado en la facultad era saber que también se podía salir. Lo peor es que el curso de mi vida continúa casi idéntico después de ti. Me dejas una sensación tan hueca... tan hueca.

jueves, diciembre 01, 2005

Aprobé «proyectual dos», adiós, no quiero saber más nada con eso. Además, compré otro cuaderno, aunque este tiene renglones, no cuadrículas, y pienso llenarlo. Veremos qué sucede.