lunes, octubre 08, 2007

¡Lo haré! Lo sentaré en el patio y le hablaré de aquello que debe hacer porque muy probablemente aquello no fue hecho antes ni será hecho después porque en el único momento en que será posible realizarlo es, según las estadísticas, ahora. Debo explicarle y hacerle entender que un amigo ha comprado un objeto que, armándolo de maneras muy particulares que sólo él conoce, las cuales no puedo evaluar porque no me las comunica, dice que el universo es espacialmente infinito y que, con mayor soberbia, el universo contempla todas las posibilidades. Por lo tanto, todos los sueños habrán de suceder en simultáneo y en diferentes momentos, en diferentes lugares y en el mismo. Dado que éste amigo ha comprado su objeto en promoción junto con una gran bolsa de credibilidad gratuita, debo ahora andar asustando al mundo con mis estadísticas. Hoy le toca a este muchacho desanimado que sentaré en el único lugar de su casa lo suficientemente apartado como para sacarlo de su cómoda seguridad y, aún así, hacerle comprender que estas implicaciones lo perseguirán siempre, incluso dentro de su hogar: el patio. Le diré que debe realizar una acción cuya posibilidad de ser completada exitosamente es extremadamente cercana a nula, pero que la estadística de eventos con posibilidades de tener éxito cuasi-nulas que se han realizado favorablemente indica que, como afirma mi amigo, todo debe realizarse en todo momento y que, por lo tanto, debe realizarlas ahora porque es una ley de mi amigo, y que si no las realiza será expulsado del universo de mi amigo por inepto.
Dado que la bolsa de credibilidad de mí amigo es más grande que la mía, no puedo hacer mucho más. Lo llamé y le dije: el universo no puede contemplar todas las posibilidades, amigo, de ser así todo sucedería en todos los instantes y en todos los lugares, provocando un bloque macizo, completamente saturado, inmóvil, sin tiempo, con todo en todo lugar; y esto es absurdo, se refuta con sólo respirar. Él dijo: tonto, ¿cuántas vidas piensas vivir?; crea tu propio universo y vívelo, deja de meterte con los demás: estás rompiendo cosas que ni siquiera existen.