domingo, febrero 29, 2004

"Conclusiones del mes"


Reflexiones del mes de Febrero que pasó:

-En serio, en mi cabeza lo que escribo tiene sentido.
-Últimamente estoy teniendo variedad de revelaciones interesantes.
-Acepté encontrarme con mis amigos y están todos iguales, como una foto pero tridimensional. No entiendo, ¿realmente les gusta ser así? ¿Con tan poco se conforman?
-¿Y ahora qué hacemos?
-Salió a la venta el quinto Harry Potter, ni por casualidad lo compro con lo que cuesta. Habrá que esperar.
-Mi hermana cumplió catorce años, mi primo Matías veintidós.
-Tuve unos cuantos días en los que me creí un Adonis, en los demás me sentí como una basurita en el suelo.
-Descubrí que puedo hacer mas de... ¡tres flexiones! Jeje, antes me moría a la tercera, ahora ya puedo hacer tres series de diez o mas sin temblar como un taladro.
-Pasó poco y nada en este febrero, pero fue un buen mes. Marzo parece que vendrá complicadito.
-Estoy esperando el otoño, quiero temperaturas mas bajas.
-Este verano no fui invadido por mosquitos, muy bueno.
-Dinero, quiero tener mucho dinero.
-Me encanta comer duraznos, debe ser mi fruta veraniega favorita.
-Un mes tranquilo, y como broche de oro para su tranquilidad, me voy a dormir.

viernes, febrero 27, 2004

Parece que al fin me puse una meta, no sé cuánto la respeto, realmente no sabría decir. Es la más simple de todas las cosas que podría elegir, pero es difícil llegar a algo con ella. Todo está en la cabeza, todo, incluso el gran cambio está ahí también. ¿Pero porqué creerme si siempre me digo lo mismo? Simple, me despierto y me duermo día a día, nazco y muero así como hacen todos, de manera que no veo una razón que me complique despertar mañana y nacer como alguien diferente. El rey está intentando aprender a reinarse, no le sirven tantos reinos sin tener control de sí mismo.

jueves, febrero 26, 2004

Desde que tengo memoria estuve con este juego que aún continúo jugando, el del inocente. Callado, tranquilo, sonriente, buenas acciones que sólo para mí son excesos, el clásico niño que cae bien porque no puede caer mal. Sólo una vez a los catorce años cometí el error de exagerar tanto la inocencia que la convertí en una tontería, pero lo reparé rápidamente con una frase inesperada y adelantada a la conversación. Hoy volví a jugar, con el mismo resultado de siempre, sigo siendo a los ojos un buen muchacho, y siguen regalándome su confianza sin ser esto algo mutuo.

miércoles, febrero 25, 2004

Lo que acabo de hacer no tiene nombre, como me estaba aburriendo del sabor de las papas fritas, les agregué una abundante dosis de ketchup, que les dió nueva vida. Pero llegó un momento en que las papas escaseaban y el ketchup no, por lo que terminé comiendo ketchup con papas y no papas con ketchup. Un asco, nauseabundo, luego de tantas cantidades el ketchup parece mermelada de tomate, verdaderamente asqueroso. Y el sabor sigue en mi boca, me estoy muriendo, sí, una muerte saborizada.
Debo hacer una declaración importante: no tengo un pene normal (¡epa!), tengo un pene ciclotímico. Durante toda mi vida supe que tenía algo fuera de lo común, pero por miedo al rechazo nunca le conté a nadie de mi problema, es ahora que no lo puedo ocultar más. Les explicaré en tres palabras el asunto: cambia de tamaño. Así es, cambia de tamaño, crece y decrece a lo que parece ser su voluntad; pasé tanto tiempo tratando de convencerme de que no tenía ningún inconveniente que no había intentado siquiera averiguar las causas de sus cambios de humor; entiendan que era muy duro para mi aceptar la existencia de un problema de ésta índole, simplemente imaginen cuán duro sería para ustedes tener un pie que cambia de tamaño sin razón aparente. Si bien mi investigación fue mínima, tengo algunos resultados interesantes; el buen humor de mi pene puede ser provocado por: viajes en colectivo estando sentado, el dormir, el creer que no podría estar mas desubicado, los agujeros negros, el zapping casual y desprevenido a un canal porno, el zapping a voluntad a un canal porno, una tuerca con su tornillo, el sentir mi cuerpo, el cansancio, comer duraznos, las conversaciones indecentes, la imaginación y las mujeres en general, entre otras circunstancias; su mal humor también puede ser incitado por: el agua fría, Almorzando con Mirtha Legrand, el hambre, el circo, las carnicerías, el vestuario de hombres, el ver mi cuerpo y las comidas en familia, no hay tantas causas en este último sector. Me siento ahora muy relajado de haberlo dicho, como con un peso menos de encima. Los que no tengan problemas con esto pueden quedarse conmigo; acerca de los otros, su indiferencia no merece ni mi lástima. Y que sepan que no los envidio por sus penes normales.

martes, febrero 24, 2004

Los desfiles de Robertito "No Me Peguen" Giordano sólo pueden disfrutarse con el volumen en cero.

lunes, febrero 23, 2004

Dani, mi hermana, llegó a decirme hoy que a causa de mi cabellera por mí extrañamente peinada me parezco a Bon Jovi. ¿Ven que era verdad lo de mis parecidos con los famosos?

domingo, febrero 22, 2004

¿Cómo es que ahora te llamas Karen? Cierto, ya recuerdo, estoy soñando. Una noche soñé que te llamabas Analía y que andábamos ambos en bicicleta por los techos de algún gran lugar. Extraño, ¿no? Aún así, no eres la chica mis sueños, nunca existió tal persona.
Sin juzgar la calidad de los siguientes, tengo varias preguntas. Mi espíritu partuzero... ¿se murió? ¿y mi espíritu cantante? ¿y el filósofo? ¿fue enterrado el juvenil? ¿o acaso todos estos fueron asesinados? ¿qué es esta absoluta desmotivación que me duerme? ¿los secuestraron? No, imposible, no pidieron rescate. ¿O fue un auto secuestro y no escuché sus demandas? ¿o habrán simplemente muerto de tristeza por desuso o uso incorrecto? ¿abuso, quizá? ¿huyeron? Sé que es negligente hacerlo tan tarde, pero podrán apreciar desde mañana a toda esta ciudad empapelada en afiches de rescate donde aparecen mis espíritus perdidos. Si los encuentran, o tienen pistas de su paradero, o hallan cualquier pedacito extraviado que sospechen me perteneció, no duden en comunicarse conmigo. Confío en su buena voluntad y en su gusto a la ayuda.
...pero cuando te va realmente bien, ¿no es magnífico que no se pueda volver el tiempo atrás?

jueves, febrero 19, 2004

Me estoy acordando de algo que solía imaginar, si bien siempre pensé que algo o alguien me observa de alguna manera (esto es muy común en todos), yo imaginé que eso que nos ve tenía forma, tamaño y color, como una cámara. O sea, el elemento en cuestión estaba presente en todo momento a nuestro lado, totalmente inadvertido, por supuesto. Como un compañero siempre presente. Y me daba escalofríos pensarlo. Yo lo imaginaba con forma de gota acostada pero naranja, muy orgánico, vivo, como un ojo volador del tamaño de una pelota. ¿Cómo saber que está ahora detrás de mi nuca observándome? ¿Está o no? Seguro se esconde cuando estoy acompañado y cuando los espejos abundan. Podría llamarlo "Paranoia", le queda bien.
¡Hoy es el cumpleaños de mi hermana, Daniela! Cumple catorce, verdaderamente está cada día mas insoportable, lo suficiente como para querer sellarle la boca con cemento de contacto de acción instantánea. Aún así, se podría decir que hoy me causó una cierta alegría: estaba yo escuchando Remember del último álbum de Groove Armada, cuando ella aparece y me pregunta con interés qué era lo que escuchaba. Esto parece no tener sentido, pero siendo Dani una chica que tiene todos los álbumes de Natalia Oreiro, la sola pregunta es un gran avance, un gigantesco avance. Obviamente, la nena está creciendo. Snif...
¿Mi regalo? ¡Una caja de cartón! Jaja, no sé qué tienen estas cajas, pero cuando compré la mía la adoré desde el primer momento, tanto que ella se contagió y ahora tiene la suya (claro que la suya está toda empapelada acorde a los colores de su cuarto). Tuve que ir ayer al Easy sólo para comprarle la susodicha, y la compré con gusto, casi como una inversión. Esas cajas tienen algo, ¡son cajas mágicas! Si si, mágicas, creo que estoy encantado con mi prisma de cartón. Y se viene la segunda, las cosas a guardar nunca se acaban.

miércoles, febrero 18, 2004

Estaba hoy en mi cocina preparando mi merienda cuando, de pronto, veo una miguita de pan... ¡caminando! Obviamente era una hormiga la que caminaba, pero era tan minúscula y la miga era tan enorme para ella que daba gracia verla trabajar. Pobre hormiguita, seguro es la esclava de una reina molesta y mandona que tiene todos los lujos producto del trabajo de miles como ella. Pero ésta no era cualquier hormiga, no no no, ésta era una hormiga revolucionaria, se le veían hasta en las antenas su vigor y liderazgo. No tardé en notar a sus cómplices, tan minúsculas como ella, fieles a la causa de las hormigas esclavas. Estoy seguro de que veré pronto una manifestación o, tal vez, huelga de miles de revolucionarias que quebrarán el régimen actual de crueldad e inequidad. ¡Qué hormiga paciente!, debe saber que para eso falta, así que aún arrastra la miga de pan al hormiguero.
Cada vez tengo mas ganas de escapar, huir. Estoy acá, con unos cuantos dedos sobre un teclado, mirando un monitor, huyendo en letras hacia tu abstracta compañía, seas quien seas, donde la gente de la que escapo no puede atraparme. Pero no es suficiente, nunca lo fue, estos escritos son huidas temporales, nada mas que las borracheras de un ebrio. No necesito que las huidas duren más tiempo, sino en la escapada asentarme en algún lado y echar raíces lo suficientemente fuertes como para que no me hagan volver en contra de mi voluntad. Ya no sé ni qué decir, ni qué hacer, ni adónde ir, estoy completamente a la deriva.

martes, febrero 17, 2004

"¡Preparen el colchón!", grité. Esta vez parece que voy a caer, y va a doler mucho.

domingo, febrero 15, 2004

"Conclusiones de hoy"


Reflexiones del día que pasó:

-Si no soy maníaco-depresivo, pego en el palo.
-Maldito Nemo.
-Hace muchísimo que no voy a Big One a moverme como un desquiciado, debería ir.
-Poco a poco los pensamientos se encontraban y multiplicaban, y el blog dejó de dar abasto. Se están tornando complicados y explicarlos me es difícil. Si fuera por mi no haría mas que escribirlo todo, y leerlo, y rescribirlo, y releerlo. Sin universidad ni nada, quiero aprender con lo que la vida me muestra y deduciendo lo que no.
-Hace mucho que no escribo las conclusiones, así como hace mucho no escribo de mi como en un diario.
-Quiero cruzarme con vos y hablar hasta que no se necesiten palabras.
-Todo tiene implicaciones.
-Mi ciudad de cristal tendrá en poco tiempo una lista de estándares a cumplir.
-De tan inteligente que me creía, me entero por mi mismo que soy un tremendo idiota. Digamos que es una exageración que me niego a no creer. Si aceptara que no lo soy, no sé qué pasaría, nunca presenté la duda a pensamiento.
-Creo que me estoy volviendo malo. Parece una broma tonta, realmente ridícula, pero cosas pasan y me veo en ellas. Siempre estuvo latente, pero ahora es peor. Es como una malicia secreta que aún nadie sufrió. No sé explicarlo. Mucho odio.
-¿Odio al dolor, dolor de amor, amor al placer, placer de odio? No sé en qué punto entro en el círculo.
-"No lo dejen hacer eso", dijeron. "No lo vamos a dejar", dijimos. Cumplimos, la amenaza pasó, pero cuando tuve oportunidad, se lo permití. Sólo yo sabía cuánto lo necesitaba, se le notaba en los ojos. Ahora se fue, y aunque intente volver ya no podría, y aunque la tristeza inunda cada rincón, siempre tendré entre mis memorias más sobresalientes su agradecimiento cuando le di su llave. Prometió ayudarme a buscar la mía, le dije que no lo haga, y esta vez fui yo quién agradeció.
Otro día empieza lenta, muy lentamente. Voces ajenas discuten con la distorsión del último ensueño, no parecen entenderse. ¿Pero qué puedo acusar yo, que estoy desparramado en mi cueva moderna? El piso está tan bajo, y esta cama está tan alta, no voy a bajar. No hay lluvia, la quiero ver, yo la quiero ver; siempre viene cuando quiere, y cuando lo hace, no puedo quejarme, simplemente no puedo. Es gracioso cómo me relaciono con todo lo que personifico, suelo creer que los elementos me conocen mejor que cualquier persona en cualquier lugar. Basta, hay que levantarse. El aire se siente tan escaso, y mover el cuerpo es una tarea tan titánica, incluso mi nariz está cansada de siempre lo mismo, quiere respirar agua pero sabe que no se puede. Yo quiero respirar agua, la nariz es una nariz. Y hundirme y nadar en el océano, en cualquier dirección. El colchón es cómodo, pero sé que me hiere, es mi enemigo, no me deja ir, nunca lo hace. Colchón, si sólo te fueras de mi cuarto en las mañanas cuán fácil sería todo. No caería en la trampa como hago siempre, como siempre. Hoy gané, colchón, estoy despierto, estoy cenando, estoy almorzando, estoy estudiando, estoy nadando en el mar con la lluvia sobre mi, y ahora me hundo profundo en la inmensidad, dónde ya no me encontrarás. Ya nunca mas me encontrarás.

jueves, febrero 12, 2004

Soy una persona de difíciles deseos, y me cuesta mucho separarlos de la "vida real", no porque intente realizarlos, sino porque no los siento como deseos, mas bien, los siento como proyectos, aunque por ellos no hago nada.
En mi imaginación soy un gran cantante y compositor, muevo masas con mi voz y soy el icono musical de mi era; mis canciones están vivas, y cada una de ellas es un himno inmejorable a las causas mas diversas. En mi imaginación soy un gran escritor, a pura palabra infundo cultura y emoción a través de novelas, cuentos, reflexiones y escritos varios; sí, mi mente está despierta y con ella despierto a muchas otras. Son mis pensamientos considerados un tesoro de la humanidad. Por supuesto, en mi imaginación soy un genio. Pero esto no es lo único, si puedo desear cualquier cosa y no apliqué la humildad antes, ¿por qué no ser rico?, ¿por qué ser humilde con el dinero? Entonces soy el hombre con el bolsillo mas abultado del mundo, con casas y castillos esparcidos en los lugares más hermosos del planeta, manejo empresas enormes y con mi influencia casi se podría decir que soy el dominador invisible del mundo, siempre apoyando el crecimiento de la humanidad entera y no de los nacionalismos individuales. Somos todos ciudadanos del mundo y las fronteras sólo son divisiones geográficas, líneas antiguas que no separan a nadie. Por último, muy pocas veces me imagino enamorado, como hombre de una sola mujer, en cambio, sí lo hago como mujeriego, repleto de mujeres y con una dieta de sexo en el desayuno, almuerzo, merienda y cena, siempre que tenga tiempo libre y siempre con mujeres de cuerpos imponentes sin importar cuán vacíos estén sus cráneos. Y esto me resulta un tanto incómodo, ya que en mi pensamiento racional siempre tuve la idea de enamorarme una vez y para siempre, mientras que mis deseos más primitivos prefieren dirigirse a la carne. Aún así, intento resistirme, y cuando lo logro le doy algo forma a la mujer con quien podría estar. Creo que no me interesa si va por la vida a paso firme calculándolo todo o si lo hace a los tumbos, tampoco estoy seguro si quiero que su conducta social sea como la mía o más extrovertida, ni tampoco si sus ideas son iguales o radicalmente opuestas a las que tengo; en definitiva, si somos muy similares, muy diferentes o compartimos algunas características y otras no, no me importa. Sí sé que no quiero una idiota o trola, tampoco podría estar con alguien fea a mi gusto, extremadamente flaca o gorda; pasar por alto la apariencia es una estupidez dado que por más puro y casi abstracto que sea nuestro "espíritu", seguimos viviendo en un mundo concreto y material donde nuestra siempre dudosa pureza interior no se ve. Verán, tan bajo he caído que cualquier oportunidad de conocer a alguien deja de ser natural por tener todo demasiado pensado. Esto de enumerar cualidades me asquea, supongo que el tiempo que pasa sin gastarlo como quiero me deforma poco a poco hasta que me convierto en una parodia de quien fui, halla sido quien halla sido, como un vidrio en el fuego, y llego a esto, que tampoco sé qué es. Es horrible inspirar pena a uno mismo, me pasa muchas veces, y estoy harto. Igualmente, sigo fantaseando, es inevitable.
Volteé mi cabeza y vi el reloj, es impresionante cómo, sin escalas, el cuarenta y cuatro se convirtió en cincuenta y cinco. Y aún en el mismo lugar, haciendo lo mismo a once minutos por segundo. Es terrible no ver el tiempo fluir y, aún así, saber que lo hace por medio de aparatos tan extraños y artificiales. En muchas oportunidades quiero saber: ¿qué pasaría si dejara de contarlo?

martes, febrero 10, 2004

Paseaba por mi cocina cuando vi en la pared los dos teléfonos, de los cuales uno funciona y el otro, que por un tiempo fue mío, no. Ahí estaban ambos, uno por necesidad y otro por motivos estéticos que no explicaré ahora. Levanté el tubo de mi viejo y blanco aparato, bien sé el aroma que tiene y por eso me acerqué, no cambió en nada desde hace mas de dos años. Hice una llamada muy importante con él, a ella, por supuesto. Me es extraño pensar que, así como ya no funciona, nos entendimos tan poco cuando hablamos esa vez que parecíamos jugar al teléfono descompuesto, como si fuera una característica de fábrica, con o sin tono. Y si, claro, todavía escucho su voz del otro lado.

domingo, febrero 08, 2004

Después de tanto buscar y averiguar, siendo tanto decepcionado como alegrado por los resultados, terminé por definirlo de la manera más fácil y rápida: mi identidad es la búsqueda de mi identidad.

sábado, febrero 07, 2004

Luego de lo que creo son meses sin ir al cine, puede que hoy vaya. Si llego temprano, veré Scary Movie 3, si llego tarde, es probable que vea Buscando a Nemo (¡al fin!, en el videoclub es mas fácil de atrapar, alguna vez tenía que salir de la pantalla grande) en lo de mis primos. Pero el bicho naranja todavía tiene posibilidades de escapar, o sea, llegando temprano. ¡Maldito pez! ¡Ojalá que hagan una secuela y seas digerido por una pandilla de caracoles asesinos!

viernes, febrero 06, 2004

Existe para cada persona un árbol que sólo posee una rama, la cual crece siempre apuntando hacia arriba. En la base del árbol se encuentran acostadas las hojas ya perdidas, cada una por cada año que se ha ido, mientras que en el alto y único extremo de la rama es una hoja viva la que aparece. Permanecerá como insignia hasta cumplir un año, cuando caiga y sea reemplazada por una nueva hoja naciente.

De todas las personas que existen, se destacan dos corrientes: las necias que intentan que sus hojas nunca caigan, y las mas afortunadas, las que intentan que su hoja insignia se tiña del verde más brillante.
Caminando otra vez, en busca de mi huída, tropiezo y casi huelo el suelo. Sigo caminando, quiero llegar a donde quiero llegar, pero tengo grilletes en los pies, atados a cadenas que atan grandes yunques, y atados a cadenas que se pierden en la niebla. Yunques grandes son quienes queremos, pero mayores aún son quienes nos quieren.
Con el tiempo, la gente como nosotros se fue multiplicando. El existencialismo y la creencia de la muerte en vida se convirtieron en los grandes estigmas de la sociedad que en la antigüedad se pensó sería ideal. El acarreo de culpas ajenas sobre los hombros de cada habitante pasó de ser un simbolismo de responsabilidad a una decisión de propia voluntad. Todos rezan: "demasiado muerto para estar vivo, no lo suficiente para ser enterrado".

miércoles, febrero 04, 2004

"Your skin and bones turn into something beautiful, and you know, for you I'd bleed myself dry"
Coldplay; Yellow


Me senté en mi silla a pensar muy seriamente -no tanto en realidad- sobre mi futuro en el amor, concretamente, el color de sangre que tendrá mi mujer. Claro, la mía será una princesa, por lo que las de sangre roja quedan afuera por su poca clase. Lo usual sería que su sangre fuese azul, pero este color está tan trillado entre la realeza que prefiero elegir otro. Podría ser de sangre verde, pero sus reminiscencias a películas de extraterrestres me obligan a contemplar otras opciones. Decidí por último que el color ideal es el amarillo: es original, nunca pasa de moda y me empuja a imaginar bellos campos de flores bailando con la brisa.
Ahora permanezco sentado en mi silla, orgulloso, imaginando los días que vendrán y felicitándome por tan buena elección.
¡Qué bien me siento hoy! Al despertar creí que no sería un buen día, pero miren nada mas, me siento bien y contento de que llegue aire a mi cabeza. Es de esos días en que podría intentar dominar el mundo, y el pensamiento de un futuro arrepentimiento por creer poder intentarlo no opaca en lo mas mínimo esta sensación.
Quiero releer y rescribir el blog entero, darle forma, pero tardaría mucho y sería un desprecio a mí mismo hacerlo. Lo que sí podría hacer es tomar alguna semana no muy cercana (éste mes me es imposible) y escribir "a máxima potencia", como para saber si esa gran capacidad que tantas veces se me ha atribuido es real o es el orgullo de gente cercana por haber descubierto y conocido un pequeño pensador en formación.

Me salió re-agrandado, jaja, no pude -¿o no quise?- evitarlo. Aún así, la idea de esa prueba personal con ustedes de testigo me resulta interesante. Honestamente, no creo estar preparado para escribir algo realmente decente, aunque el desafío está bueno y no lo voy a rechazar.
Hoy retomé el gimnasio luego de haberlo dejado por veinte días debido a las vacaciones, y debo decir que, sin miedo al error, soy un ambicioso poco coherente. Demasiado peso, otra vez, ¿por qué sigo presionándome al límite cuando estoy totalmente desacostumbrado? ¿de dónde provino esta tendencia al masoquismo? Las respuestas a estas interrogantes nunca serán halladas y se tornarán en los misterios que entretendrán a las sociedades futuras.

No tengo duda, un exceso de cereal puede taponar el cerebro y conducirlo a conclusiones extrañas... ¡pero son muy ricos! ¡no los puedo dejar de comer!

martes, febrero 03, 2004

Tengo la sensación de que la vejez se mide por décadas, y no me gusta para nada. Cada instante que no vuelve me acerca mas a mis próximos veinte años de edad, no quiero que sea así pero lo es. No quiero tener veinte años, la brecha entre mi edad y mi personalidad se ensancha cada vez mas y siento que tengo que esforzarme para alcanzar mis propios años. Mis propios años... ¿mis propios años? Ya muchos no tan antiguos se unen a los primeros, borrosos e indefinidos, así como los últimos se funden entre sí y me dificultan todos los intentos de crear una línea de tiempo. ¿Vivió uno las experiencias que no recuerda? Aunque, siendo honesto, ya mucho no me interesa saberlo, las marcas que durante mi tiempo se dejaron en mí no puedo cambiarlas, y si el total de experiencias, que recuerdo y no, me dejaron donde y como estoy, no hay nada que pueda hacer mas que enmendar los errores del pasado y crearme una nueva vida.

domingo, febrero 01, 2004

¡Anda el contador de los comentarios! ¡Buenísimo! Cuando salí de vacaciones no andaban y ahora sí, genial. No entiendo por qué funcionan, pero es seguro que la solución vino de parte de Brinkster (aunque era Brinkster el causante del problema). Y otra buena nueva es que ya corregí el template para que ande en Mozilla casi perfectamente. Eran pavadas, culpa de la dupla entre FrontPage e IE6; el primero escribe los estilos para los bordes con todos los datos juntos: grosor, estilo y color, cosa que sólo el IE6 admite como válido. La cuestión es que ya está todo como la ley manda y a excepción de un mínimo error, el blog es perfectamente legible en Mozilla.
Aún entre las niñas te escucho respirar. Días atrás me decías cuantas hormigas vivían en tu casa, tus llamadas "harmiguitas". Contabas que te seguían hasta tu clase, y luego de hacer dibujos para tus alumnas, volvías y ellas contigo. Es mi recuerdo preferido el tuyo salvando a esa perdida hormiga de la araña, esa cara que habías puesto de terror y convicción mientras la salvabas de ese ser que también era tu fobia. Sí, siempre creí que de no ser tan humano serías parte del hormiguero. No podrías darte una idea ahora de cuánto quise ser tu gran humano el día en que pasó lo que pasó, y salvarte de la última y maldita araña. Es verdad lo que dijiste: "los héroes mueren porque no hay héroes que los salven"; no supe serlo, me arrepiento, no soporto la memoria de mi mortal inacción, y aquí me quedo sin palabras.
La soberbia, así como muchas otras propiedades, suele tener el tamaño justo para meterla en ésa última cavidad del cuerpo.
Hay momentos, muchos momentos, a veces inoportunos aunque siempre concluyen en ser bienvenidos, en los que te daría ese abrazo que no di a nadie, o esa sonrisa que aún no esbocé. Pero te le regalaste al mundo, y te veo siendo repartido entre personas a quienes no les importas mientras nunca recibo nada, amigo. Hay momentos, demasiados momentos, en los que te alcanzo y te esfumas entre mis brazos, y noto siempre, con pena y amargura, cuán solo estoy y cuán imaginario eres.