martes, agosto 31, 2004

"Conclusiones del mes"

Reflexiones del mes de Agosto que pasó:

-En mi familia somos todos muy inteligentes, realmente tenemos cerebros abultados. El problema es para qué usamos esta sobra de potencial: nos rascamos más inteligentemente el culo y hacemos zapping más rápido que cualquier otro mortal.
-Aprendí que no debo dejar a los halagos llegar lejos en mí. Ahora, sobre cómo voy a hacerlo, ni idea. Es que el ego siempre pide alimento y cuando me lo regalan no se lo puedo negar.
-Para dejar todo en claro: no, mi verdadero apellido no es Fierro, y sí, mi verdadero nombre es Nicolás. No tengo segundo nombre, así que todo es bastante simple. Sobrenombres tengo unos cuantos, como "imbécil", "idiota", "infeliz", "inútil", "inepto", "intento de persona", pero sólo los utilizan aquellos seres queridos en mis círculos más allegados.
-"¿Qué es eso, una cucaracha bebé?", le pregunto a mi madre señalando un insecto de no mas de medio centímetro de largo que movía sus largas antenas por todos lados. Yo estaba fascinado, fue la primera vez que no sentí repulsión por una de ellas. Entonces llega mamá, la mira, me afirma que sí, que es una cucaracha, y con sus dedos de la mano la mata. ¡Con sus dedos desnudos! ¡dahhhh! ¡qué asco! ¡qué asco! ¡repugnante! ¿Qué hago yo viviendo en esta casa de bárbaros?, ¡están todos locos! ¡Sáquenme de acá, esta no es mi familia, no puede ser, no puede ser!
-Las cucarachas en mi casa aparecen históricamente cada vez que volvemos de vacaciones en verano y luego de una cruenta batalla y caras de asco todas son erradicadas hasta las vacaciones siguientes. Dado a lo relatado anteriormente, a que las temperaturas cálidas son las que favorecen la gestación de hordas de insectos, y a que un cambio favorable de temperatura en una época supuestamente desfavorable como debería ser el invierno actual provoca una explosión poblacional exagerada, he llegado a la siguiente conclusión: existe una obvia conspiración a nivel mundial de los fabricantes de insecticidas en aerosol para sobrecalentar el planeta. Los fabricantes de acondicionadores de aire podrían estar involucrados.
-¿"Los Sims" hablan griego? Suenan parecido, jaja.
-Hoy me tiré de mi cama al estilo de "¡cúbranse, bomba!", no sé por qué, fue un impulso instantáneo. Y ahí, desparramado en el piso, se sintió bien.
-Estoy tratando de aprender tanto como puedo de CSS, a ver si hago algo súper imponente, ultra impresionante, extra... terrestre.
-No me puedo concentrar en nada, es como si tuviese la cabeza llena de cadáveres de mosquitos y con poco aire. Creo que tengo el cuello contracturado.
-Qué suerte que terminaron los juegos Olímpicos, eran un atentado contra la constancia en el estudio.
-Este agosto debió haber sido el mes mas aburrido de todo este blog.
-Aprendió a cerrar los oídos, se fue lejos de la ciudad, y nunca más le dijo nada a nadie excepto en el día de su muerte, que fue tanto que no quiero transcribirlo.
-Quiero banda ancha ya. Y zapatillas, ropa, mi auto, dinero y una casa sólo para mí en el barrio de Devoto.
-Se casó mi prima Carolina, en la fiesta estuve bastante apagado. Lo mejor fue durante el día, siempre arriba del auto recorriendo el pueblito. Incluso fui con todos mis primos a un circuito y probamos nuestros coches, muy divertido, y para ser la primera vez de Mari y de Mati, manejaron bastante bien. Es emocionante acelerar de cero a lo que dé la pista, no conocía ese sabor y quiero volver ya.
-Mis viejos están arreglando para irse de vacaciones unos días a quién sabe dónde, así que con suerte volveré a estar tranquilo en mi casa.
-Los últimos cinco fines de semana los tuve absolutamente ocupados con cumpleaños familiares o celebraciones similares, y todavía faltan más.
-Septiembre será robusto. Lo que sea que signifique ya lo descubriré, lo mismo me pasó con agosto. Será un buen mes de todas maneras.
-Tendría que empezar a escribir bien.

lunes, agosto 30, 2004

La baularera tiene poca distancia entre piso y techo, apenas le permite a uno andar con la espalda paralela al piso. Tratando de no romper nada andaba yo, buscando algo con qué mezclar la pintura que hace ya bastante tiempo esperaba que le den uso. Sin encontrar lo que buscaba y aún tratando de no romper nada me siento en los colchones que estaban ahí. No se apoyaban en nada frágil, pero qué negligente, no sabía en qué se apoyaban. Y no rompí nada de nada, y sucede todo el tiempo, y pinté lo que quería pintar.
Pienso que me estoy volviendo estúpido. Pienso que estoy perdiendo mis luces. Pienso que ya no puedo pensar como antes, que ya no puedo pensar como antes. Estoy pensando en qué pensar. Pienso que soy estúpido, muy estúpido, y que ya no podré volver.
Esto cantaba yo hoy en inglés en un arrebato de creatividad mientras trataba de ponerle azúcar a mi café con la canilla de mi cocina. Todavía me río. Estoy pensando en qué pensar...

domingo, agosto 29, 2004

Se compró un espejo transparente, lo colgó en su pared, y al verse estampada en el muro lo rompió, la asfixiaba la visión de sí misma atrapada en algo tan sólido, mudo y solitario. Desde ese entonces lo transparente sólo mira hacia afuera, y hacia adentro sólo los clásicos espejos.

sábado, agosto 28, 2004

La estructura de mi mente cambia día a día, pero hay ciertas pautas que reaparecen en determinadas ocasiones que parecen indicar una cierta continuidad, coherencia, e incluso ciclicidad en su funcionamiento. En verdad, ambas continuidad y coherencia son necesarias para un desarrollo progresivo a través del tiempo y son inherentes a cualquier mente, mientras que no estoy tan seguro sobre la ciclicidad. Si no toda mente es cíclica, al menos la mía lo es, lo suficiente como para caer en los mismos vacíos de pensamiento en diferentes épocas de mi vida y llegar a las mismas conclusiones al salir de ellos.
Alejándome del tema, quizá no tanto, hay procesos que aún no he podido revertir a pesar de grandes esfuerzos. Explicándome, tengo la particularidad de recibir resultados excesivamente buenos cuando se los mide teniendo en cuenta el poco esfuerzo con que los obtuve, casi sin intención, lo cual me estimula a pensar en que si realmente me esfurzo por algo, lo que obtenga debería ser extraordinario, lo cual es lógico. Sin enbargo, esto no me sucede así, y todos mis esfuerzos no son remunerados como deberían serlo al punto de pensar que no valen la pena, pues de no haberlo intentado con tanto ímpetu habría obtenido algo casi a la misma altura pero sin cansancio. En efecto, esto es muy frustrante, pero no puedo olvidarme de cómo sonreir, ni de seguir intentando.
Algo en mi crianza provocó una diferencia respecto a los demás, mi carne estaba siempre tan atrás cómo se podía, colocando a la fría lógica lo suficientemente adelante como para casi alcanzarla, pero a pesar de todo la carne siempre estuvo delante. Aún así, la diferencia se notaba desde lejos, yo era un pequeño observador. Sólo cuando las emociones fuertes aparecían podía verse al pequeñín sentimental, luego la frialdad tomaba su lugar, calculando. Esto sigue hoy en día.
Es entonces que caí de nuevo en lo mismo, volví a esperar demasiado de algo que muy improbablemente pudiera tener buen resultado, me esforcé mucho en eso y me fue mal, y ahora mi lógica le pone paños fríos a todo mi sentimentalismo, incluso botellazos de agua en su cabeza. No se preocupen, está todo bien, me pasa cada tanto.

jueves, agosto 26, 2004

Entonces sincerate y buscame una vez más, somos paraguas en el viento, nos doblamos y no dejamos de volar. Duele, querida, hierve, y nos quema, esta lluvia es infernal, pero hace frío, y también tiemblo, estoy confundido y no me puedo abrigar. No se puede, no se puede, y no me debería de importar. No quiero que te preguntes "¿en qué me he metido?", estaba nervioso, si lo que conociste no te gusta esa es mi excusa, creo que soy algo más. Pero ya no puedes buscarme, aunque no necesite excusa, simplemente ya no se puede.

miércoles, agosto 25, 2004

Descolocado como clavo en tuerca estuve ayer al principio del cumpleaños, y por momentos incluso creí que mi primo también lo estaba. Después el panorama mejoró un poco y la chica que pensé nos prestaría menos atención fue quien se quedó con nosotros más tiempo. O sea, no estuve mal pero me gustaría haber aportado muchísima más viveza al cumpleaños, en parte también por mi primo ya que de alguna manera soy su responsabilidad. Quería volver a sentirme un tipo divertido. En fin, igual la pasé bien. Al volver a casa comí como un condenado a laxante, y al llegar al cuarto me encontré con una gran araña en una esquina entre dos paredes y el techo. Es raro, generalmente los bichitos suelen aparecer en verano y no suelen ser más que extravagancias voladoras, no semejante arácnido. Bajó al piso, la aseché y la maté. Repito, yo, Nicolás, maté una araña. Nunca quise convertirme en mi chiflada señora madre que asesina todo aquello que no luce humano, pero parece que con el paso del tiempo esto será inevitable, y no quiero, para nada. Además, los corpiños no me quedan y los zapatos me sacan juanetes, así que prefiero optar por ser como papá, que aunque tampoco posee una cordura sobresaliente es la opción que me queda. ¿Habré salvado algunas hormigas con mi crueldad? ¿o sólo molestos mosquitos?

martes, agosto 24, 2004

No puedo mover ni un músculo, levantar los brazos mas allá de mis hombros es dolorosamente difícil, y ni hablar de lo que sufro al levantarme de una silla. Mis muslos están en estado extra-sólido, y mis tríceps no quieren saber nada sobre lavarme la cabeza al ducharme, es como tratar de elevarlas al cielo con las manos atadas a tierra. Limpio al fin, a vestirme, en unas horas tengo que ir a un cumpleaños con mi primo sin siquiera conocer a la cumpleañera, es que él no quería ser el único hombre-macho-semental de la fiesta, y como Gaby, Sil y Sol ya me conocen, no hay problema en mi acompañamiento (en realidad nunca hubo problema, pero no es raro que cada tanto aparezca en mí ésta paranoia). Como sea, estoy hecho una verdadera momia, espero poder escapar temprano por una puerta si el asedio constante de femineidad no me obliga a hacerlo a través de una ventana (jaja, ok, una bromita... ¡esperen, no me tiren con eso que duele! ¡hey! ¡auch! ¡paren!). Y encima me duele la cabeza y muy a veces aparece una tosecita pequeña, la cual no quiero que pase a mayores. Cambiando de tema, quiero decir algo: ya verán. ¿Qué significa? Ah, no sé, ya veré. Recuerden que me duele la cabeza.

lunes, agosto 23, 2004

Hoy conocí a dos laburantes, uno de la empresa telefónica que reparó mi línea, la cual estaba perfecta, me explicó que el cable para la planta alta estaba en corto y que lo tendría cambiar, y el otro, el que me vendió el cable, quien me avisó que estaba comprando uno innecesariamente caro y me vendió el correcto, mucho mas barato. Un par de empalmes por aquí y listo, la línea ya está afinada como para tocar un recital, mi módem dice "ping" y hace eco hasta en la Atlántida. Al fin, conectado al mundo nuevamente.

domingo, agosto 22, 2004

Al fin entendí qué es ése sentimiento raro que me aturde cada tanto, el que yo creía que era lástima: compasión por mí mismo. No sé si está mal que sea por mí, pero si lo está, ¿qué mas puedo hacer mas que sentir aún más compasión?

miércoles, agosto 18, 2004

Delicioso, extraño sabor, pero delicioso al fin. Puedes pedirme lo que quieras, puedes besarme cuanto quieras, puedes pegarme de igual manera, incluso desnudarme en tu bañera, y aún así, no sacarás nada de mí. Llegas tarde, no queda mas nada, ni para tí ni para mí, ni siquiera para ellos. Todo lo que puedes conseguir sobre mí está fuera de mí, soy invulnerable mediante el vacío sistemático, no soy aquél a quien conoces, soy algo diferente.

lunes, agosto 16, 2004

"No cualquiera, pibe", le decía al pequeñín con mi cara más ganadora. Y es que es así, gente, no cualquiera tiene mi onda. Toparme con Sole Solaro y ser escudriñado, recibir un mail del DJ Lalann sólo para explicarme qué había sucedido con sus bandejas, caer siempre sobre mis pantuflas cada vez que bajo de mi cama sin necesidad de mirarlas, son cosas que sólo nos sucede a quienes estamos en la cima. O, por ejemplo, al bajarme del auto y pisar un sorete, quizá alguien piense que soy desafortunado pero no, darlings, está todo bien, es justamente por la suerte, yo sabía que estaba ahí, posta. Además, ¿quién puede ser comparado con Sinatra cuando canta? ¡Exacto!, no cualquiera. Incluso si me prestan ropa que no es de calidad, no pasa naranja, me las arreglo para brillar igual, si ya con sólo mi caminar quedan todos enceguecidos. Es que ser cool está en la sangre, no hay con qué darle. ¿O creen que cualquiera puede tener tanta gracia incluso en sus movimientos mas brutos? Sé vos mismo, eso te digo, no intentes ser como yo porque no te va a salir, ¿me entendés? Así que nada, sólo eso, no cualquiera.
P.d.: ¿leyeron mi blog? Quinientos posts, re grosos todos, soy una masa.

domingo, agosto 15, 2004

"500 Posts Aniversario"


Pues es así, entonces, un acto inconsciente ejecutado concientemente. Esperen, faltó algo. Déjenme pensar... Claro, hablaba sobre algo que para bien o para mal es parte activa de mi vida, algo que no quería que termine aún antes de empezarlo. Decía que al momento de conocer la existencia de éste tipo de medio mis curiosidad e ínfulas de ser más sabio que el resto me llevaron apenas pudieron a ser parte de la ola. Seducido por su naturaleza casi contradictoria, me quedé en los primeros meses con hambre de más: leía los anhelos de alguien, las confesiones de otro, los razonamientos de otra, y así decenas de escritos que nunca eran suficientes dado a que cada vez que encontraba alguien nuevo a quien leer también encontraba tanto pensamientos conocidos expresados de maneras diferentes como pensamientos totalmente nuevos que probablemente nunca habría concebido. No era el único que padecía esta excitación y, sin embargo, muchos de estas concepciones públicas anunciaban su fin, y así era, realmente terminaban. Me preguntaba qué podía llevar a una persona a anunciar su retiro permanente de un medio tan interesante. Decían que estaban cansados, o que era el fin de una etapa, o que nunca les gustó realmente, o que la convivencia en el medio no era agradable, o no daban razones, o sus razones no se entendían. El tiempo pasó, el hambre cesó, seguí escribiendo, y entender sus idas ya no era tan complicado. Realmente no era responsable a nadie, ni siquiera al tiempo, y aunque quizá al terminar de escribir algo me sentía satisfecho, el sólo pensar en comenzarlo cuando había otros asuntos en mente resultaba sorprendentemente agotador. Pero seguí, no tenía nada que hacer a pesar de mis preocupaciones privadas y, seguramente, en algún momento todo cambiaría para mejor. De este modo, comencé a experimentar un poco más. Era divertido de hacer, mucho, a pesar de que el resultado probablemente nunca estaría dentro de lo que algún lector desprevenido esperaría encontrar, no sería muy popular, además, no soy muy comunicativo con quienes me encanta llamar mis colegas, por lo que estoy muy agradecido de tener los poquitos lectores que tengo. Luego, viejas ideas y otras nuevas comenzaron a tomar forma, resultaban muy importantes aunque impublicables, realmente no es un error decir que tenía miedo de que sean robadas por alguien con decencia en decadencia, así que me las guardé. Estos tesoros, estúpidos a otros ojos, me los voy a quedar, como si dijeran algo importante, para asegurarme que hay algo de mí que no me pueden sacar y darme, al menos en mi imaginación, una pizca de misterio; y todo esto que pueden leer, que no es todo ni poco, seguirá acá con lo que escriba en los días que sigan, porque a pesar de estar cansado por momentos, la necesidad se siente.

viernes, agosto 13, 2004

Estoy obligado ahora a usar la cabeza, fascinante. Suspiro bastante, muchos experimentos pasaron por acá, me siento capaz pero intimidado, lo cual es bueno, es un reto. Imaginemos que soy un circuito eléctrico, uno simple, cuya finalidad es poder encender una simple lamparita. Muy bien, los componentes parecen estar bien, los cables, el interruptor, la lamparita y la batería, que es un tanto extraña pero debería funcionar bien. Con el tiempo armé el circuito, tardé años, lo admito, un cable por aquí, otro por allá, tal vez exageré con la precaución, pero nunca está de más. Lo que falta es accionar el interruptor, nada menos. El momento indicado está cerca, la intriga es inmensa, pueden suceder cosas fantásticas, un fiasco, una desilusión, o algo fuera de toda predicción. ¿Me animo y lo hago pronto? ¿o es muy pronto? ¿es mucho pedir que ande todo perfecto, que la batería tenga mucho para dar, que nada falle, sin haber probado nada y siendo la primera vez que inicio el sistema? Todo habrá andado bien cuando se note la diferencia, y sin haberle dicho a nadie de mi decisión, ésta de la lamparita que brillaría si uso bien la cabeza.

miércoles, agosto 11, 2004

Con mi astronómicamente costoso primer librito de "Sociedad Y Estado" volvía en colectivo de Ciudad Universitaria, sentado en la penúltima fila. Detrás de mí y también a un costado, seis chicas, estudiantes de la facultad. Y hablaban. Hablaban pavadas. Pavadas que te crispan los nervios. En un momento comenzaron a discutir sobre la película Bowling For Columbine, le querían contar a una de ellas, que no la vio, de qué se trataba. "Se trata de dos chicos que..." Y no, ni siquiera vi la película y ya te digo que no se trata de eso. Siguieron con su explicación entrecortada y compartida, entre sandeces y nimiedades nunca surgió el tema de la característica del modo de vida estadounidense referente a la portación de armas en la población civil, que es algo más cercano a lo que la película trata. La pobre chica que no había visto la película seguramente entendió cualquier verdura, pero toda compasión que tuve por ella se esfumó al escuchar sus conclusiones, era una mas, perfectamente adecuada a su grupo. Entonces llegó un muchacho, se paró al lado del asiento contiguo al mío, que estaba vacío, y se preparó para sentarse. Yo pensaba: "no lo hagas, aún puedes salvarte, yo ya estoy perdido, sálvate, no te sientes, si lo haces perderás cinco puntos de coeficiente intelectual por día contando desde el primer momento en que escuches sus razonamientos". Pero se sentó, a pesar de haber visto a las idiotas. No lo juzgo, yo hubiese hecho lo mismo, ¿quién se le negaría a un asiento vacío sólo por la proximidad de gente que luce estúpida? El viaje seguía, trataba de alejar mi mente de la conversación a mis espaldas pero sus risas bobas me devolvían a ella. Me cansé y exhalé algo ruidosamente, de la manera en que uno lo hace al estar harto de algo. Y entonces el pibe a mi lado exhaló de igual forma, fue como una conexión de cansancios. Incluso me sentí acompañado, era como un amigo. En cierto momento el colectivo frena lejos del semáforo, no tenía lentes así que no podía ver claramente si la que estaba delante era la avenida en que me tenía que bajar. Le pregunté al muchacho a mi lado si ésa era Cabildo, me dijo que sí. Le pedí permiso para pasar, me dejó lugar. Le dije "gracias", y me dijo "de nada". Toqué timbre y bajé, era raro pero estaba seguro de que él era un tipo con el que me llevaría bárbaro, no sé por qué, a veces pasa. Seguí caminando hasta la casa de mis primos, divirtiéndome y torturándome al pensar en esas chicas que cursaban alguna carrera en la universidad sin ser capaces de entender una película mientras que yo soy alumno externo con veinte años y aún sin haber cursado el C.B.C. Mejor dicho, sí son capaces, y eso es lo que me jode. No sé, a veces me da la sensación de que hay personas que encuentran socialmente inaceptable parecer inteligentes, usar un vocabulario amplio, poner tildes en las palabras, usar mayúsculas al principio de una oración, negarse a un trago que no se quiere, afirmar algo que nadie apoya a pesar de creerlo correcto, razonar algo. O sea, yo soy tarado, yo compré un libro de "Sociedad y Estado" sin siquiera averiguar que las fotocopias valen un tercio del costo, pero... No sé, su estupidez me dio asco, más que esta soberbia que acaba de brotar.

lunes, agosto 09, 2004

Al fin, ya estoy inscripto en U.B.A. XXI, veré qué tal voy con esto. Las materias en que me anoté son tres: sociedad y estado, pensamiento científico y antropología. Mañana veo si mi primo tiene los apuntes que necesito y compro los que me falten, no quiero perder ni un minuto mas porque no tengo ni la mas mínima idea de cuán complicado puede ser estudiarlas. No hay mucho mas que hacer respecto a esto, así que el tema académico está prácticamente resuelto por este año. Lo que no vendría nada mal sería encontrar algún trabajo, aunque no es algo que me tenga muy preocupado. Sí estoy mas preocupado por natación, porque quiero cambiar a SportClub y la sede mas cercana a mi casa tiene pileta de sólo dieciocho metros, mientras que las sedes con piletas olímpicas están bastante mas lejos. Se solucionaría con el auto, pero para poder ingresar en todas las sedes hay que ser V.I.P., lo que significa inscribirse por un año entero, así que no quiero tomar decisiones apuradas sin saber bien todos los detalles de todo lo que pueda. Al fin, algo que hacer.

jueves, agosto 05, 2004

Finalmente, desde ayer, soy Maestro Mayor de Obras. Así, con mayúsculas, a pesar de no ser capaz de poner una estufa. La noche anterior al examen no había podido dormir nada, poco sueño, un aroma extraño en la ciudad que se colaba por la ventana, un tipo en la calle que le reclama al otro el celular que le robó, un sueño con un tal Voldemort que me quería matar y un Dumbledore que no aparecía, incomodidad general. Excepto la falta de sueño, lo demás, además de inusual, me pareció de lo mas descabellado, fue una noche bastante extraña, y esto obviando que no hacía frío en pleno invierno. Fue interesante, al apenas aprobar, decidir no festejar, luego de tanto tiempo perdido no tiene sentido y es mejor guardarme dentro cualquier alegría que se produzca como para contrarrestar un poco toda esa amargura que desde hace tanto también guardo. En fin, aún no siento que se haya ido peso alguno de mis hombros, en realidad no siento nada, creo que no tengo eso que llaman corazón y que cualquier atisbo de cariño o simpatía está emulado. Sólo observo y anoto, y solo sigo anotando y observando, incluído mi reflejo.

domingo, agosto 01, 2004

Cuando se discute repetidamente sobre algo en particular es porque hay algo relativo que no está propiamente definido.
Siempre se necesita algún tipo de base.