martes, enero 31, 2006

«Conclusiones del mes»Reflexiones del mes de enero que pasó:

-Quiero irme, pero debo quedarme. Y decirlo. Quiero irme de este asunto porque no es lo que esperaba, no es lo que deseaba, ¡ciertamente no lo es! ¡No lo es! ¿Qué hombre puede soportar tanta desilusión? ¡Estoy desencantado, debo decirlo! Quedarme es espantoso, pero es mi responsabilidad.
-Estoy frenético, temblando de lo loco, divirtiéndome de mis locuras, pero sé, lo sé muy bien, que cuando me calme desearé arrepentirme.
-Más tiempo, requiero más tiempo, no es suficiente, las palabras requieren más letras de las que mis dedos pueden teclear.
-Tengo conexión de banda ancha, conéctate conmigo y me conectaré contigo, y verás que tardaremos más en organizar lo que nos robamos que en relacionarnos.
-Me vendría bien un buen whisky, hielo, y llamarte para decirte que no llegaré este mes a nuestra cita. Todavía tengo que bañarme, así que llegaré más allá de las doce. Mejor, te escribiré un mensajito de texto.
-Ya te lo mandé.
-Teñiste todo enero con tu color, querida, y creo que momentáneamente he perdido el mío.
-He salido todos los días de unas semanas, he tenido mi casa sólo para mí, he conocido a una mujer que se las trae, me he divertido por todos los poros. Y aún así, enero me ha resultado largo y pura mierda.
-No te preocupes, te voy a decir la verdad. En ese lugar los buenos mueren primero y los malos caen después.
-¡No todo llega a algún lado, señor! ¡Aburrido sería que todo tuviera un final!
-Oh, sí; la botella está sobre mi mueble modular, y el vaso está lleno, dos hielos y hasta el tope. ¡Salud! ¡Salud y adiós salud!
-No se preocupen por mí, tengo mi almohada para abrazar, cariño no me falta. Y muchas gracias, Johnnie Walker. ¿Por qué no me responde el mensajito de texto?
-¡Que venga otro largo sorbo!
-Sí, ahora está más frío; no puedo explicar lo sacado de contexto que estoy. Quisiera gritar algo más alto.
-Oh, la lengua se adormece.
-De hecho, estoy cantando King For A Day de Jamiroquai.
-¿Etiqueta negra es el bueno o es el malo? Igual, no creo que lo notara ni teniendo los otros a mano.
-¿Piensa responderme, acaso?
-Oh, no debo dejar morir al blog, no puedo permitirme tal aberración. Estoy perdiendo el control, aquél control que mi personalidad dicta como lo que es una conducta aceptable y la que no lo es. Creo que voy a llamarla. Creo, pero necesito más valor líquido, eso que ya pasa como agua por la garganta. Pensar que de chico lo saboreaba venenoso. Me pregunto si cuando uno es jóven uno ve las cosas más cercanas a como son, y si al envejecer la visión se distorsiona y uno confía en sus conceptos ya afirmados en la juventud. Si uno fuera más prudente en la juventud... qué increíbles serían los conocimientos que se podrían alcanzar limpiamente. La llamaré en un momento si no responde.
-¿No lo entiendes? El arte siempre ha sido influenciado.
-Debería explicar aquello en que pienso alguna vez, pero es demasiado simple y podrías robármelo, empaquetarlo, comerciarlo y tener ínfulas de genio.
-Temo por mi estómago, no creo que sea mi hígado el que tenga problemas.
-Juguemos, a ver si estoy del todo desconectado. Pregúntame lo que quieras, y no llores si soy honesto y cruel, sólo culpemos a Johnnie.
-Voy a llamarla ya.
-Mejor no, cinco minutos más hasta que sean las once y media. Así me tomo un vaso entero más. Hoy he estado despierto demasiado y estoy completamente pasado de rosca.
-¿Acaso no sabías que los locos también somos cagones y necesitamos ayuda?
-¡Y media! ¡Llamo!
-«Usted está comunicado con la casilla de mensajes de Movistar de...» Pienso ahora que si ella fuera un amigo ya lo hubiese asesinado, porque entre amigos hay confianza para asesinarse y seguir siendo amigos, pero como tiene tetas, voz dulce y me da besos, me limito a esperar al día siguiente para verla. El problema es que las ganas de asesinar no se van, realmente.
-Hace dos noche me hice un baño de inmersión, como hacía hace dos años y medio, aproximadamente. La idea era pensar en profundidad. La conclusión fue que debía tener sexo con ella porque, soberbia aparte, es para lo único que ella me quiere. Puedo decir que conocer mi inexperiencia «no le disgustó», si entendés lo que te digo.
-Le pegué a la pared, nadie salió herido, puesto que estoy sedado.
-Faltan veinte para las doce, y la llamaré otra vez. Algo me dice que no nos veremos esta noche.
-Acabo de notar que dejé el inalámbrico en el piso. En fin, ¡agárralo, niño!
-¡Mierda! La misma puta voz de la casilla de mensajes, ¡a la concha de su hermana! ¡Todo me chupa un huevo la noche de hoy!
-Sueno sexy cuando me pongo así... ¿no querés venir a mi casa?
-No te preocupes, está todo bajo descontrol.
-Hay veces en que al hablarme todo lo que me dicen entra por una oreja y me sale por la misma, rebota, ni siquiera me pasa un instante por la cabeza.
-Es muy gracioso.
-Voy a buscar más hielo. Espero no matarme en la escalera.
-¡No me maté! ¡Genial!
-Faltan dos minutos para que sean menos diez, así la llamo otra vez. Quizá esto termine con el mes. No me importa, ya tengo más huevos, no digo por lo que compró mi mamá en la carnicería, sino porque entendí que no tengo nada que perder si sé que no extrañaré lo que tengo.
-Le estoy haciendo sexo oral al vaso. Olviden eso último, voy a llamarla, ya son las doce menos diez.
-Lo mismo. ¡A cagar!, me quedo con mi vaso que se llena y vacía.
-Los quiero, sé que sabrán entender. Sé que sabrán comprender. Aunque en verdad, no lo sé, pero digo que sé porque es como una confianza que les otorgo y que sentirían incómoda en quebrar. Por lo tanto, un ser mínimamente sensible y sin demasiadas pretensiones de crítica sabrá comprender.
-El mes se agota, me encuentro honesto, constantemente expresando una gran verdad. Pero el tiempo nunca es suficiente, de hecho, sé que moriré inconcluso porque siempre que tenga una idea en desarrollo no existirán suficientes letras y palabras en mi idioma para expresar todo el caudal de información que pensé. Enero del año dos mil seis se ha ido para siempre. Oh, cuánto quiero quedarme, pero debo irme.

lunes, enero 30, 2006

El pensamiento complejo, las inseguridades, las implicaciones, los miedos, las vergüenzas, la indiferencia, los motivos, los puntos a probar... todo se reduce a un murmullo molesto al responderme afirmativamente a la pregunta de si quiero estar con ella.

domingo, enero 29, 2006

Francamente, no veo futuro en esta relación; de hecho, me resulta exagerado llamarla una relación. Se puede encaminar mejor, seguramente, pero no lo veo probable. Y no quiero bajar los brazos, aunque es una tentación que está creciendo. Necesito tiempo en privado, que increíblemente aún no he tenido a pesar de tener la casa para mi sólo desde hace casi una semana; creo que en los días que siguen no la llamaré a menos que haya pensado en algo y obtenido una buena conclusión.

sábado, enero 28, 2006

Se huele en el aire, se nota en la piel: estás parado en el medio de todos los lugares. Y lo sientes muy natural, como la representación física de lo que es la toma de una decisión. Estás en el punto en que has salido de un lugar y aún no has entrado a otro, pero irremediablemente entrarás en alguno. Te has ido de escala, todo resulta ajeno y eres un gran observador; tu interacción con aquello que te rodea es minúscula y de carácter experimental. Nada de lo que haces en este punto de tensión pasiva porta una importancia directa para con el lugar al que vayas.

viernes, enero 27, 2006

Esto no avanza, no va a ningún lado. ¿Qué es lo que no avanza? No sé, ¿vos estás avanzando? ¿Hacia qué? Ya el hecho de vivir en una pelota gigante, este planeta, me quita la simpleza que hay al recorrer una línea para saber qué es atrás y qué es adelante. Además, movimiento no significa velocidad, así que, aunque prime el cambio, verás que nada tiene que ver con cual es útil y cual no lo es. Ya lo dije antes, la vida no tiene un sentido, sino que te encontrarás hallando pretextos que justifiquen tus movimientos. Pasa que los pretextos encontrados no son necesariamente aquellos en los que uno es ducho. «¿Qué sé hacer? ¿Qué es aquello en lo que soy bueno? ¿Cuál es la actividad en la que tengo asombrosa facilidad? ¿Qué me hace sentir poderoso y en mi ambiente?» ¿Qué significa si aquello va en contra de valoraciones ajenas? Esto también me lo he preguntado antes, la conclusión es una de esas ideas que suelen catalogarse como «peligrosas».

martes, enero 24, 2006

Mis padres y mi hermana acaban de irse de vacaciones. Son las ocho y media de la mañana y me pregunto: «¿es muy temprano para que venga Ingrid?» Jajajaja, me río sólo, como un tarado.

domingo, enero 22, 2006

Dicen que está callado, que parece dormido; en el siguiente sentido, lo está. No puede separar ser una persona activa de su facilidad para la crueldad, de ser un manipulador; el único pretexto que encuentra para moverse e interactuar es recibir algo a cambio o saciar algún hambre privado. Entonces duerme, tenso en lo profundo, y si estando callado mira a los lados y evita las caras presentes significa que desea estar en otro lugar. No puede separar su deseo sexual de la sensación de corrupción de algo hermoso, así que aquella hermosa se aburrirá pronto si él no cambia. No es un tipo movido debido al mismo motivo por el que uno no caga en su heladera. ¿Y qué mierda te pasa, Nicolás, tenés vergüenza de hablar en primera persona?

jueves, enero 19, 2006

Cuando te expande dejando sectores vacíos y te da a saber que puede llenarlos del mejor modo, tienes una nueva necesidad.

miércoles, enero 18, 2006

Estoy escuchando canciones tristes sentado en la silla azul de mi cuarto y veo alrededor. Las persianas están apenas entreabiertas y, tocando la base del marco de la ventana, un cable intruso. Sobre el mueble modular, con tantos libros en sus estanterías como puede albergar y un reloj digital azul que los acompaña, posan cuatro peluches y un gorro Piluso, aunque sólo veo tres ya que el más pequeño se esconde detrás de la oreja de una perrita. El teléfono móvil y el portalápices, con dos bolígrafos y un portaminas, descansan en la primera plataforma del mismo mueble, cuya puerta se mantiene cerrada gracias a un trozo de algodón parcialmente oculto en su base. Sobre la cama, de una altura considerable, las cuatro almohadas se apilan en dos pares separados y contra la pared; sus fundas son todas dispares entre sí. Bajo la cama hay un cargador de discos compactos y varias revistas apiladas bajo un par de grandes auriculares tapados por una mochila negra, todo detrás de una cómoda de cuatro cajones donde alojo la mitad de mi ropa. Aún bajo la cama, pero sin estar oculto, puede verse un pequeño ventilador blanco de líneas curvas. Más cerca de mí y dándome aire a su máxima capacidad está el otro ventilador, su diseño es más sobrio manteniendo un tamaño similar al primero. Las pantuflas azules de dos rayas blancas a cada lado se encuentran en el centro de la habitación, apuntando hacia la cama. El interruptor de la luz está en posición pasiva a poca distancia de la puerta, la cual se mantiene abierta; no me es usual dejarla así cuando escribo. A través del vano, que posee una muy leve depresión arriba en el medio debida a un trozo de pintura vieja que se desprendió y habiendo sido pintada luego sin rellenar aquella falta, aparece la estufa y, a continuación y a mayor altura, una ventana minúscula, abierta, en cuyo alféizar un plato porta la maceta de una planta de flores violetas. En la pared más cercana a mí el placard está cerrado y ahora, al frente, la destartalada mesa que sostiene a la computadora tiembla lentamente según mis dedos presionan las teclas del teclado. El monitor se apoya sobre un escueto escalón de madera que lo eleva a una altura más cómoda para la lectura; probada su utilidad, este escalón se ha quedado allí bajo el carácter de provisorio pero de forma permanente. El equipo de audio continúa funcionando y el teléfono descarga su peso sobre uno de los parlantes. Ya ha pasado más de la mitad del mes de enero y quiero empezarlo de nuevo.

lunes, enero 16, 2006

Un pequeño temblequeo y el monstruo cambió de forma otra vez. Una convulsión y ya está mutando nuevamente. Cada minúscula actividad deriva en modificaciones feroces. Es una gran transición a un modelo mejorado para la explotación humana, está subiendo la escalera hacia un nivel superior de manipulación ajena. Está creciendo.

viernes, enero 13, 2006

Es increíble cuán simple es hacer sociales ahora. Al menos eso me parece, tampoco es algo que haya corroborado mucho; pero aquellas cosas que antes se me complicaban —como hablar con extraños, mujeres, o gente más joven— ahora resultan naturales, no necesito pensar que las estoy haciendo. Era un cambio que estaba previendo desde unas dos semanas, pero no a esta escala tan drástica; y no hay duda de que salir con una chica, cosa en la que aún me siento algo perdido, te obliga a manejarte tan sedosamente como te sea posible y, aún más importante, mostrando honesto interés. De hecho, creo que me estoy manejando de una manera más similar a como era yo cuando más chico, con timidez y picardía simultáneas, pero con un nivel más alto de esta última y con el importante agregado de saber demostrar interés.

miércoles, enero 11, 2006

¡De una, querida! ¡Sigue! ¿Hacia dónde?, ni idea, realmente, no tengo idea. ¿A buen puerto?, no sé decir. Entonces, ¿tengo alguna certeza sobre la relación?, sí, que sigue, sólo esa. Debo aprender mucho.
Hay muchos más primeros pasos para dar que aquellos en los que más pensaba.
¿Por qué están todos tomándome pruebas? Todos, todos quieren que les pruebe algo, algo de su interés, de su insoportable interés. ¿Para ganar qué?, pregunto. ¿Obtendré un premio si me aprueban? Aparentemente no me han dado su confianza.

martes, enero 10, 2006

Es un buen día, lo estoy disfrutando. De hecho, cuando hoy a la mañana despedí a Ingrid y seguí mi camino por la calle, apenas ya no pudo verme empecé a caminar saltando y sonriendo, como un tarado contento; me sentí muy bien. Luego dormí como sedado e inmerso en un mar de algodón respirable. Y ahora la veré otra vez, y sé, realmente lo sé, que esta noche será decisiva, que hoy sabremos si la relación sigue más o se termina.

lunes, enero 09, 2006

Qué gran regalo, aunque de tan bueno parece falso y sólo puedo aceptarlo si lo creo verdadero. No me mientan, pero si me mienten háganlo bien y porque realmente creen que merezco este regalo. No descarguen las responsabilidades de sus favores en quienes favorecen, pues apelan a su debilidad para mantener firmes sus principios si los favores no se mantienen dentro de estos; no me digan que esto es falso si juzgan que vale la pena y el engaño que lo crea verdadero. Háganlo bien y completo, no dejen lugar para fundar sospechas.

domingo, enero 08, 2006

Siempre te encontraré yendo atrás en la memoria buscando tus raíces, aquellos recuerdos que se mantienen bajo la numerosa tierra hecha de momentos olvidados. Enterrarás los nuevos desenterrando los viejos.

viernes, enero 06, 2006

Nuestra amistad de grupo es como un ecosistema aparte, muy similar a una pecera, aunque quizá es solo la impresión que me da. Yo, siendo a veces muy aventurero, no notaba en un principio que me había asomado demasiado al borde, y tremendas cachetadas me llevaba, las traía el viento de afuera. ¿Y la idea de esto? La idea es atrapar la cachetada y lamerle los dedos, darle placer; siempre hay que agradecerle a quien te da las lecciones más importantes. Después, en teoría, la pecera se agrieta sola. En teoría, tampoco es como para sacar la lengua al viento y babosear dedos ajenos, podría terminar en resultados inesperados.

jueves, enero 05, 2006

No puedo soportar la duda, debo preguntar: ¿es esto mi mayor acercamiento a estar despierto o he caído a un sueño más profundo? Veo tan nublado pero podría escribir sobre ello con gran claridad, podría describirlo pero sólo especulo al intentar entenderlo. ¿Puedo haber perdido capacidad? Temo haber perdido inteligencia y aún así he pensado sobre temas de mi interés con contundentes aciertos. El dolor de estómago terminó, creía que todas mis molestias se debían a él, pero aún ya ido me siento muy diferente, como con la personalidad de otra persona pero cuya vida fue la mía. Lo cierto es que no soy el mismo desde el último lunes, no cabe duda en eso, pero no sé decir si tampoco era ya el mismo desde pocos días atrás. Puedo recordar todos los datos, pero no logro armar ni una idea convincente que explique algo de todo esto; nunca, absolutamente nunca, estuve tan perdido respecto a entender algo, y no logro tener el control sobre eso. Tengo miedo de perder el control en otro ámbitos. Pero debo seguir, debo arriesgarme a cometer equivocaciones, debo arriesgarme a ser hecho ver como un tonto; es difícil.

miércoles, enero 04, 2006

¡Y saltamos! Ella me acecha y por eso yo la acecho, aunque decir lo contrario sería perfectamente válido. Volamos, rapaces, y chocamos en el aire, masticando las alas del otro, pues al menos uno debe caer. Pero quien cae no pierde, no tarda en regenerarse y saltar al pleno cielo en cacería, con nuevas maneras de causar más daño; proceso que continúa hasta que caen los dos en simultáneo. Parecemos nacidos para vivir haciéndonos lo mismo. Duermo mal y disgustado. A la mañana siguiente tomo el teléfono y la llamo, pido disculpas por haberla mordido, las cuales entrega sin mayor dificultad. Somos un frenesí de amistad en constante destrucción y construcción; aún puedo contarle mis secretos, aunque los use en mi contra. No quiero que vuelva a suceder, pero si alguna vez me mata será con las armas que yo le proporcioné y no por heridas sucias de armas torpes.

martes, enero 03, 2006

¡Es verdadero! ¡El número es verdadero! Y ella es verdadera, es una mujer, y cuando habla es consecuente, y si te besa es porque quiere. Me hace reír, una risa honesta. Es una pieza magnífica de la belleza humana. Pero algo no fue bien, algo en mí, porque no sentí el beso. Quiero creer que fue el alcohol, que el frío molestó, que me sentía mal físicamente, pero no olvido lo primero que pensé al despedirme de ella terminando una cita maravillosa: que realmente perdí ya mucha sensibilidad, que hay emociones que no se generan.

domingo, enero 01, 2006

Ingratitud, eso es todo lo que me llevo de ellos, una carencia de agradecimiento por mis esfuerzos para divertirlos. Instantáneamente cada chiste lo convierten en un motivo más para aburrirse, como si mis bromas fueran tan paupérrimas como para provocar mal humor. Incluso con uno de esos baratos payasos insoportables reirían más, cuando por mí no mueven ni un músculo de la cara. Ignoran que me pagan por esto, porque yo soy un payaso calificado del más alto nivel, la punta del copito de crema, no merezco este abandono ni los excusan sus mentes preadolescentes. Iniciar un espectáculo con este público ya es difícil como para que luego me compliquen todo aún más al no responder, pero me voy del escenario con mi humor refinado, la frente al cielo y el bolsillo lleno con el dinero de sus padres. ¡Insensibles criaturas!