jueves, diciembre 31, 2009

Y entonces sucede que estamos sin luz, tal como estuvimos en navidad. Por suerte, la notebook tiene algo de batería. La verdad que este año fue malo. O insulso. Y sin embargo, apenas tipeé la palabra «insulso» me vino a la cabeza un momento con amigos que desafía tal calificación. Reí mucho. La verdad que el insulso soy yo. Y no todo fue tan llano, corrí en pelotas por Scalabrini Ortiz, me maté a picante, armé mi sitio web, fallé en armar una Atari Punk Console, me maté a emuladores, me desternillé de risa en un asado en la loma del pepino a la derecha, rearmé la bicicleta, bicicleteé a toda velocidad las lomas esas de la plazita aquella en Puerto Madero, me maté a comics, salvé heroicamente a una turista de ser golpeada por el novio, tuve un verano genial en San Clemente y en Monte Hermoso, qué sé yo qué más. Pero la verdad es que todo esto último, redactado así, es mentira. Vil y pretenciosa mentira. Solo se vuelve verdadero al decir que fue todo hecho con amigos.
Ahh, sí, me afeité los huevos dos veces, pero eso lo hice solo, no metamos a mis amigos en esto. Ojo, quedaba hermoso, todo un señorito prolijito, pero picaba que era una tortura.